Consejos para combatir enfermedades y plagas

La higiene del vivero es un trabajo de todo el año

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La frase “Empieza limpio, mantente limpio” es el mejor modo de iniciar. La razón es para mantener las plagas y las enfermedades al mínimo mientras se eliminan patógenos que causan tantos problemas cuando las plantas se estresan o están vulnerables.

El principio clave es limpiar y dejar como nueva el área de cultivo para que las nuevas plantas tengan el mejor comienzo. Como bien sabemos, la química de protección para plantas que tenemos disponible se está reduciendo muy rápido, haciendo cada vez más difícil el control de pestes y enfermedades. Por eso es más importante que nunca seleccionar los productos correctos y usarlos correctamente para desinfectar estructuras, líneas de irrigación, tanques de aspersión e incluso personas.

  1. Es una buena práctica asegurarse de que el suelo, paredes, y caminos estén libres de hierbas y que el área entre las plantas esté bien barrida, esto reduce mucho el riesgo de enfermedades de las plantas. Es recomendable utilizar un desinfectante de buena calidad, usando una proporción adecuada, en todas las áreas —incluyendo paredes y pasillos— antes de traer nuevas plantas.
  2. En un mundo ideal, es preferible usar siempre macetas nuevas, y si es posible también bases. Sin embargo, en estos tiempos cuando el reciclaje es cada vez más importante, las macetas, empaques y bases que se vayan a reutilizar tienen que estar bien lavadas y sin materia orgánica, antes de ser desinfectadas. Siempre lee la etiqueta del producto ya que algunos desinfectantes requieren que las macetas permanezcan húmedas por un tiempo antes de re-llenarlas con medio de cultivo.
  3. Para evitar que se acumulen algas en el interior de la estructura, los túneles e invernaderos tienen que ser lavados completamente una vez al año y desinfectados de manera regular. Esto contribuye también a controlar una gran variedad de plagas, como la mosca blanca y la araña roja.
  4. Las líneas de irrigación tienen que ser lavadas y drenadas. Esto no solo sirve para matar patógenos en las tuberías, sino para eliminar acumulación de cal. De nuevo, usa una solución con la calidad y proporción adecuada. Este proceso es más efectivo y seguro cuando se hace entre plantaciones.
  5. Hay que lavar los tanques de aspersión después de cada uso. Esto es especialmente importante si se está usando para aplicar controladores biológicos contra nematodos, ya que cualquier residuo químico podría perjudicar a estos organismos benéficos.

Aunque esto no pretende una lista exhaustiva de medidas de higiene, resalta las cinco prácticas básicas  que todo vivero debería adoptar para combatir plagas y enfermedades. Por supuesto, dependiendo de qué plantas se esté cultivando, puede ser necesario intensificar los protocolos para ajustarse a tus necesidades específicas.

Es importante aceptar el hecho que la época de los químicos de curación está terminando, así que ser más preventivo es la forma más lógica de actuar.