Guía completa para el ciclo de la soja

Consulte la Guía completa de los ciclos fenológicos de la soja, las fases vegetativa y reproductiva y sus características y necesidades nutricionales.

Noviembre 26, 2024
11mins
Equipo técnico de ICL
Brasil

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    Inicio de la siembra de soja en Brasil

    El inicio de la plantación de soja en Brasil se remonta a principios del siglo XX, pero su cultivo sólo empezó a cobrar relevancia en la década de 1960. La soja fue introducida en el país a finales del siglo XIX, inicialmente traída por inmigrantes japoneses para su cultivo en pequeñas áreas del estado de São Paulo, con semillas importadas de Japón.

    Sin embargo, fue con los avances en la investigación agrícola y las adaptaciones genéticas que la soja comenzó a establecerse como cultivo líder. En la década de 1940, los estudios de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (ESALQ), en Piracicaba, SP, empezaron a explorar el potencial de la soja como cultivo comercial. Sin embargo, no fue hasta las décadas siguientes cuando el cultivo empezó a extenderse a regiones más amplias.

    El punto de inflexión se produjo en la década de 1970 con la expansión de la frontera agrícola hacia el Cerrado, impulsada por las políticas gubernamentales y la investigación y el desarrollo dirigidos por Embrapa (la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria). La introducción de variedades de soja adaptadas a las condiciones edafoclimáticas del Cerrado marcó un antes y un después. Además, el uso de técnicas como la corrección de la acidez del suelo, mediante el encalado, y la gestión de los fertilizantes contribuyeron a transformar el Cerrado en una de las principales regiones productoras de soja del mundo.

    Etapas fenológicas de la soja: el ciclo completo del cultivo y su importancia para la productividad

    Las fases fenológicas de la soja corresponden a las diferentes etapas del desarrollo de la planta, desde la germinación hasta la madurez. Cada una de estas fases tiene características específicas que influyen en el crecimiento del cultivo y, en consecuencia, en su rendimiento final. El ciclo fenológico de la soja se divide en dos fases principales: la vegetativa, que abarca el crecimiento inicial de la planta, y la reproductiva, que incluye la formación de flores, vainas y granos.

    Comprender las fases fenológicas es esencial para una gestión eficaz de los cultivos, ya que permite al productor identificar los momentos más críticos para realizar intervenciones, como la aplicación de fertilizantes, el control de plagas y el riego. Además, cada fase tiene necesidades nutricionales, hídricas y de control fitosanitario diferentes, lo que requiere estrategias ajustadas para optimizar el potencial de producción.

    Por ejemplo, en la fase de desarrollo vegetativo, la soja necesita condiciones favorables para el establecimiento de las raíces y el crecimiento inicial, mientras que en la fase de llenado del grano, la demanda de nutrientes como el potasio y el nitrógeno es máxima. Un desequilibrio nutricional o el estrés ambiental en cualquiera de estas fases pueden poner en peligro significativamente el rendimiento.

    Vea a continuación una ilustración de las fases fenológicas de la soja y los detalles de cada una de ellas.

    Germinación y emergencia (VE)

    En esta fase, la semilla absorbe agua, iniciando el proceso de germinación. La emergencia se produce cuando la plántula rompe el suelo y aparecen las primeras hojas (cotiledones).

    Necesidades nutricionales:

    Es esencial garantizar la disponibilidad de fósforo (P) y potasio (K) para el desarrollo inicial de raíces y plántulas.

     

    1. Germinación y emergencia (VE)

    En esta fase, la semilla absorbe agua y comienza el proceso de germinación. La emergencia se produce cuando la plántula rompe el suelo y aparecen las primeras hojas (cotiledones).

    Necesidades nutricionales:

    Es esencial garantizar la disponibilidad de fósforo (P) y potasio (K) para el desarrollo inicial de raíces y plántulas.

     

    1. Desarrollo vegetativo (V1 a V12)

    El desarrollo vegetativo se caracteriza por la emisión de hojas trifoliadas. Los estadios V1, V2 y siguientes corresponden al número de nudos con hojas completamente desarrolladas.

    Necesidades nutricionales:

    • Nitrógeno (N): Es necesario mantener el estímulo al BNF para suministrarlo durante todo el ciclo del cultivo.
    • Micronutrientes como el molibdeno (Mo) y el cobalto (Co) también ayudan a fijar el nitrógeno.
    • Cuide la corrección del suelo, garantizando un pH adecuado para una absorción eficaz de los nutrientes.

     

    1. Inicio de la reproducción (R1 – Inicio de la floración)

    La fase R1 marca el inicio de la floración, cuando aparecen las primeras flores. Se trata de una fase crítica, ya que define el potencial productivo del cultivo.

    Necesidades nutricionales:

    • Gran demanda de fósforo (P), esencial para la floración.
    • El azufre (S) es importante para la síntesis de proteínas.
    1. Plena floración (R2)

    En esta fase, la planta ha desarrollado completamente las flores. El estrés hídrico o nutricional puede influir directamente en la formación de las vainas.

    Necesidades nutricionales:

    • Potasio (K) para mantener el equilibrio osmótico y favorecer la translocación de nutrientes.
    • Zinc (Zn) y boro (B) para la formación de estructuras reproductivas.
    1. Formación de vainas (R3)

    La fase R3 se produce cuando empiezan a formarse las primeras vainas. Es una fase decisiva para el llenado del grano.

    Necesidades nutricionales:

    • Alta demanda de potasio (K) y magnesio (Mg), esenciales para el transporte de azúcares y el llenado de las vainas.
    1. Relleno de granos (R4 a R5)

    Entre R4 y R5, los granos empiezan a crecer rápidamente, acumulando nutrientes. Un llenado adecuado es crucial para el peso final de la cosecha.

    Necesidades nutricionales:

    • El nitrógeno (N) y el potasio (K) siguen siendo necesarios en grandes cantidades.
    • El calcio (Ca) contribuye a la calidad del grano.
    1. Maduración (R6 a R8)

    La fase de maduración comienza cuando las vainas alcanzan su tamaño máximo y los granos empiezan a perder humedad. R8, plena madurez, es el punto de cosecha.

    Necesidades nutricionales:

    • En esta fase, la demanda nutricional disminuye. Hay que centrarse en evitar el estrés, como la defoliación prematura causada por plagas o enfermedades.

    Productos para aplicaciones de preplantación y plantación:

    Productos para el suelo:

    Sufurgran B-Max – Abono compuesto de azufre y boro, que permite corregir el suelo con estos dos elementos en una sola aplicación y con una dosis baja.

    Linha Phusion – Tecnología Maxxi-Phós responsable de aumentar la eficacia del suministro de fósforo a las plantas. Algunas fórmulas también contienen S y Mg.

    PotashPlus – Abono del suelo con una combinación ideal de potasio, azufre, calcio y magnesio.

    Productos para el tratamiento de semillas:

    UP! Seeds: Desarrollado para proporcionar estímulos nutricionales y fisiológicos en las primeras etapas de la soja, proporcionando un mejor arranque inicial con ganancias en el enraizamiento y estímulos para la fijación biológica del nitrógeno (FBN).

    Productos para la fase vegetativa:

    Tônus – Aporta estímulos nutricionales y fisiológicos que actúan sobre la longevidad y la renovación de los nódulos BNF para mantener la fijación y la utilización del nitrógeno hasta la fase de llenado de los granos, momento clave para la productividad de los cultivos.

    Recomendación: 300 g/ha de Tonus en la fase vegetativa del cultivo (V3 – V6)

    Bioz Kellus Inox – Para reducir el bloqueo de la soja causado por la aplicación de glifosato, Bioz Kellus Inox está compuesto por nutrientes 100% quelatados por EDTA, garantizando mezclas seguras y mayor eficiencia agronómica.

    Recomendación: Aplicación de V2 a V6: 500 g/ha

    Energy – Para una mayor energía en la fase temprana del cultivo, Energy es un producto con un equilibrio de nutrientes para una mayor producción de energía y una reducción del estrés en esta fase del cultivo.

    Recomendación: 2 kg/ha en la fase vegetativa del cultivo (V3 – V6)

    Productos para el final de la fase vegetativa – inicio de la fase reproductiva

    Triplus Anuais – Equilibrio entre los efectos biorreguladores y nutricionales, reduciendo el gasto energético durante el periodo reproductivo y, en consecuencia, el aborto floral. Este producto potencia el metabolismo del nitrógeno, reduce la síntesis de etileno y favorece el cuajado.

    Recomendación: 0,3 L/ha al inicio de la fase reproductiva del cultivo (V8 – R1)

    Linha Profol: Complejo equilibrado de macro y micronutrientes directamente relacionados con la fotosíntesis y la producción de granos. Los nutrientes se ponen a disposición a través de una mezcla de fuentes, con alta solubilidad y con el objetivo de aumentar la eficiencia nutricional.

    Recomendación: 1,5 a 2 kg/ha en la fase vegetativa y reproductiva para cultivos anuales.

    Linha Bioz Kellus: Para inducir la resistencia a las enfermedades, Kellus Imune actúa para inducir la resistencia de las plantas a través de cambios estructurales y reacciones bioquímicas. Doble activación del sistema de defensa de la planta. Kellus Copper contiene: Cu (13,5%) – Efecto directo sobre patógenos. Cu 100% EDTA quelado, para una mayor eficiencia fisiológica. Efecto protector de las plantas combinado con la nutrición.

    • Recomendación: Kellus Immune – 500 g/ha
    • Kellus Copper – 50 a 70 g /ha aplicado 2 a 3 veces durante el ciclo de cultivo

    Productos para la fase de llenado de granos

    Nutriduo – Nutriduo contiene selenio (Se), zinc (Zn) y magnesio (Mg), entre otros nutrientes importantes para mitigar el estrés, llenar los granos y biofortificar, lo que aumenta el rendimiento de los cultivos y mejora la calidad de vida de las personas.

    Recomendación: 1 kg/ha en la fase R3

    Translok – Para aumentar la translocación de azúcares al grano, Translok ayuda a la planta a gestionar la fase de llenado, con una mayor disponibilidad de energía para la translocación de azúcares.

    Recomendación: 2 kg/ha en la fase R5.1 o 2 aplicaciones de 1 kg/ha en las fases R3 y R5.1

    Concorde Para reducir el estrés causado por factores abióticos y bióticos, Concorde satisface las necesidades de aminoácidos de las plantas cuando su producción natural se ve comprometida por situaciones de estrés. Además de 17 aminoácidos esenciales, Concorde contiene 8 nutrientes equilibrados para favorecer el desarrollo de las plantas.

    Recomendación: 1 a 2 L/ha según el estado fenológico y la situación de estrés

    Adyuvantes para la aplicación:

    Linha Helper

    Variaciones en el ciclo de producción de la soja: comprensión de los distintos tipos y factores determinantes

    El ciclo de producción de la soja puede variar considerablemente en función del cultivar, las condiciones climáticas y el manejo aplicado. Estas diferencias son esenciales para determinar la planificación del cultivo, especialmente en un país continental como Brasil, donde las condiciones regionales y los objetivos de cultivo pueden influir directamente en el ciclo de cultivo.

    1. Ciclo convencional de la soja

    El ciclo convencional de la soja es aquel en el que la planta completa todo su desarrollo, desde la germinación hasta la madurez, en un periodo medio de 120 a 150 días. Los cultivares de ciclo convencional son más adecuados para regiones donde la temporada de cultivo es más larga, como el sur de Brasil.

    Estas variedades permiten que la planta alcance su pleno desarrollo, lo que se traduce en una mayor producción de biomasa y potencial productivo. Sin embargo, requieren una mayor atención al manejo fitosanitario y nutricional a lo largo del ciclo debido a su mayor tiempo en el campo.

    1. Ciclo comercial de la soja (ciclo temprano)

    El ciclo comercial, o ciclo temprano, se refiere a cultivares desarrollados para completar el ciclo en un corto período de tiempo, normalmente entre 90 y 120 días. Estos cultivares se utilizan mucho en el Cerrado y en las regiones de safrinha, donde es necesario liberar la superficie para cultivos posteriores, como el maíz.

    La soja de ciclo comercial tiene algunas ventajas:

    • Agilidad en la cosecha: permite la siembra de un segundo cultivo.
    • Menor exposición a plagas y enfermedades: reduce el tiempo en el campo, reduciendo riesgos.
    • Economía en la gestión: menor necesidad de aplicaciones de entrada.

    Sin embargo, es necesario un manejo estricto, ya que estas variedades pueden ser más sensibles a los períodos de estrés hídrico y nutricional debido al ciclo más corto.

    1. Ciclos de producción por región

    Brasil presenta grandes variaciones regionales que influyen directamente en el ciclo de producción de soja:

    • Sur de Brasil:
      En la región Sur, el clima más suave y la mayor disponibilidad de agua favorecen los cultivares de ciclo convencional o intermedio. Esto permite un mayor aprovechamiento del potencial genético de las plantas.
    • Cerrado (Centro-Oeste y Nordeste):
      El Cerrado brasileño está dominado por cultivares comerciales y de ciclo temprano, debido a la necesidad de aprovechar la ventana de siembra ideal y liberar áreas para la segunda cosecha. El manejo del suelo y del riego son cruciales para el éxito de estas variedades, especialmente en suelos con baja fertilidad natural.
    • Norte y Noreste:
      En estas regiones, el ciclo de la soja tiende a ser más corto, debido a la mayor temperatura e intensidad de luz, que aceleran el desarrollo de la planta.
    1. Factores que afectan el ciclo de la soja

    • Cultivar elegido:
      La genética del cultivar es el factor principal que determina la duración del ciclo. Se seleccionan cultivares tempranos, intermedios o tardíos según los objetivos del productor y las condiciones locales.
    • Fotoperiodo y temperatura:
      La soja es una planta fotoperiódica, lo que significa que su desarrollo está influenciado por la duración del día y la noche. En regiones con días más cortos, el ciclo tiende a reducirse. Además, las altas temperaturas pueden acelerar las fases fenológicas.
    • Condiciones del agua y nutrición:
      El estrés hídrico en cualquier etapa del desarrollo puede retrasar o comprometer el ciclo. Asimismo, los suelos pobres en nutrientes pueden limitar el crecimiento, afectando directamente el tiempo de madurez de la planta.
    • Manejo fitosanitario:
      Las infestaciones por plagas y enfermedades pueden afectar al desarrollo de los cultivos, prolongando o interrumpiendo prematuramente el ciclo.