¿Qué importancia tiene el fertilizante en el cultivo de la patata?
La importancia del fertilizante en el cultivo de la patata
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En Brasil se cultivan más de 100.000 hectáreas de patatas, lo que la convierte en una de las hortalizas más cultivadas del país.
La producción se concentra en Minas Gerais, São Paulo y Rio Grande do Sul. El rendimiento en la formación de tubérculos requiere micro y macronutrientes como nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), y la patata sólo tiene acceso a ellos a través de los fertilizantes aplicados durante la fertilización.
Esto también ayuda a prevenir plagas, fomenta una alta productividad y aumenta la calidad de la siembra. Además de conocer otros procesos que ayudan a conseguir buenos resultados. Siga leyendo y trataremos estos temas a continuación.
¿Cuál es el ciclo de la patata?
El ciclo fenológico de la patata va de 90 a 110 días en climas templados, y sólo puede cosecharse tras 150 días de cultivo. Si se planta en otro clima y con otras condiciones nutricionales, estos plazos cambian.
Las patatas también pueden clasificarse en distintos tipos.
Son la patata inglesa, rica en vitaminas y minerales, y la batata, con un alto contenido en fibra y bajo índice glucémico.
¿Cómo abonar las patatas?
Por lo general, las plantas de patata necesitan abundantes nutrientes para obtener una producción de calidad. Actualmente, se realizan de 0 a 5 aplicaciones de abono durante todo el desarrollo, hasta 4 meses después de la plantación. Consulte los tipos de abono más utilizados en agricultura.
Tipos de abonos utilizados
Los abonos diferenciados combinan macronutrientes y micronutrientes para proporcionar una nutrición completa durante todo el ciclo del cultivo de la patata. Se eligen los que contienen nitrógeno, fósforo y potasio, y pueden ser orgánicos o minerales.
- Abonos orgánicos: aportan nutrientes de forma más lenta y gradual, mejorando la estructura del suelo y la actividad biológica. Como el compost orgánico y el estiércol curtido;
- Abonos minerales: aportan nutrientes de forma más rápida, ideales para corregir carencias nutricionales. Como los que contienen NPK, urea y sulfato potásico.
¿Qué nutrientes son importantes para las patatas?
Además del nitrógeno, el potasio y el fósforo. Nutrientes como el calcio y el boro también ayudan a absorber los nutrientes del suelo durante el proceso de fertilización. Cada uno de ellos tiene los siguientes efectos:
- Nitrógeno (N): es importante para el crecimiento vegetativo y la formación de hojas;
- Fósforo (P): necesario para el desarrollo de las raíces y la formación de tubérculos;
- Potasio (K): esencial para aumentar la calidad de los tubérculos y proporcionar una mayor resistencia a las enfermedades, lo que también contribuye a la tolerancia al estrés;
- Calcio (Ca): aumenta la durabilidad de los tubérculos;
- Boro (B): esencial para el transporte de azúcares a los tubérculos.
El riego en el cultivo de la patata
El riego es fundamental para el cultivo de la patata, ya que proporciona la humedad necesaria para el desarrollo de la planta y la formación del tubérculo. Si se riegan las patatas correctamente, se puede conseguir un aumento de la productividad del 80%.
Los sistemas de riego más utilizados son:
- Gota a gota: aplicación localizada de agua, optimizando el uso de agua y fertilizantes;
- Aspersión: aplicación de agua en forma de lluvia, ideal para grandes superficies. Es el más utilizado en Brasil.
El riego debe realizarse correctamente en función de las necesidades del cultivo, que oscilan entre 250 y 600 mm, según el tipo de suelo y el clima. Si se hace incorrectamente, puede poner en peligro todo el cultivo.
Plagas y enfermedades de la patata
Las patatas son muy sensibles y, por tanto, más susceptibles a diversas plagas, como pulgones, moscas blancas y escarabajos. Y enfermedades como la marchitez bacteriana, el tizón tardío y la podredumbre.
Para evitar que las plagas y enfermedades contaminen su plantación de patatas, debe crear un sistema de gestión integrado. El surcado también ayuda a prevenir las malas hierbas.
Si se identifican en una fase temprana, es posible salvar el cultivo y reducir el riesgo de pérdida de rendimiento. Esto debe observarse especialmente en los primeros 50 días, ya que estos invasores compiten por la luz, el agua y los nutrientes con las plantas en una fase temprana.
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