Guía completa del ciclo del tomate

De la siembra a la cosecha: La guía completa del ciclo del tomate te muestra la importancia de cada etapa

9mins
Equipo técnico de ICL
Brasil

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    A pesar de su importancia económica y su popularidad, el cultivo del tomate requiere prestar atención a una serie de factores para garantizar una producción de alta calidad. En esta guía, detallamos las condiciones ideales, los métodos de cultivo y los cuidados necesarios para cultivar tomates con éxito, así como información actualizada sobre la producción nacional.

    Guía completa del ciclo del tomate

    Según un estudio de Tomate BR, la superficie cultivada con tomate en Brasil podría superar las 19 mil hectáreas. Se espera que la producción alcance alrededor de 1,7 millones de toneladas, manteniéndose cerca de los niveles de 2022.

    El tomate se cultiva durante todo el año en prácticamente todas las regiones de Brasil, con la mayor concentración en las regiones sureste, sur y centro-este. El tomate de mesa de bajo crecimiento se concentra en el noreste y Goiás, mientras que el tomate para procesamiento se concentra en los estados de Goiás, Minas Gerais y São Paulo.

    En 2019, el estado de São Paulo produjo aproximadamente 1,1 millones de toneladas de tomate, lo que representó el 29% de la producción nacional.

    Aproximadamente el 35% de la producción corresponde a tomates industriales, y el resto se destina al consumo en fresco, siendo la variedad Salada Longa Vida la principal, seguida de los tomates italianos y los tomates cherry.

    Tipos de tomates: um guia completo para escolher a variedade de tomate ideal

    Elegir el tipo de tomate adecuado es el primer paso para una cosecha abundante. Existen dos tipos principales: tomates determinados (de arbusto), que son compactos e ideales para espacios reducidos y cosechas concentradas, y tomates indeterminados (viníferas), que crecen continuamente y dan fruto durante toda la temporada.

    Tomate Santa Cruz

    El tomate Santa Cruz es una de las variedades más populares, conocida por su versatilidad y sabor, que lo hacen ideal para ensaladas y otros platos culinarios. Tiene los frutos más firmes, sin mucho jugo, y crece mejor en regiones con temperaturas más suaves.

    Su crecimiento es indeterminado, no se detiene ni siquiera después de la floración, sus frutos son bi- o triloculares y pueden pesar hasta 200g. Al ser una variedad bastante común, tiene un precio más asequible.

    Tomate Caqui o Tomate Manzana

    El tomate Caqui, también conocido como tomate Salada o «tomatão», destaca por su generoso calibre, que puede alcanzar los 500 g, según datos de Embrapa.

    Esta variedad es apreciada por su jugosidad y sabor ligeramente dulce, y es una excelente opción para ensaladas frescas y sabrosas. Su crecimiento puede ser determinado, pero también indeterminado, dependiendo del cultivo.

    Tomate cherry

    Esta es la variedad de tomate más pequeña del mercado en cuanto a tamaño, ya que sus frutos son pequeños y pueden ser de color amarillo o rojizo. Muy utilizada en la cocina, crece en pequeños racimos y produce de 12 a 18 racimos.

    Es más cara que otros tipos de tomates y su crecimiento es indeterminado.

    Tomate-italiano 

    El tomate italiano, o tomate Roma, tiene frutos alargados de entre 7 y 10 cm de longitud. Tiene un sabor intenso, un color más claro y una piel más firme, siendo jugoso e ideal para ensaladas y salsas. Su valor comercial es uno de los más altos debido a su calidad y versatilidad, y su hábito de crecimiento es indeterminado.

    Tomates industriales

    El tomate industrial es una variedad de tomate cultivada específicamente para su transformación industrial, para producir salsas, extractos, purés, ketchup y otros derivados.

    Este tipo figura entre los productos más importantes de la agroindustria. Sus frutos dan lugar a un tomate más pequeño y muy rojo.

    Algunas regiones de Brasil acaban vendiendo los mejores frutos, in natura, para consumo doméstico. Se trata de una variedad de tomate que crece de forma determinada.

    Tomates de larga duración

    El tomate larga vida es una variedad que destaca por su excepcional durabilidad tras la cosecha, fruto de modificaciones genéticas que retrasan la maduración. Esta característica la hace valiosa para el mercado, ya que reduce el desperdicio y aumenta la vida útil del producto.

    Además, suele utilizarse como banco genético para introducir esta característica en otras variedades, lo que beneficia tanto a productores como a consumidores. Su durabilidad lo hace ideal para largas distancias de transporte y almacenamiento, garantizando que llegue al consumidor en buenas condiciones.

    El crecimiento de los tomates larga vida puede variar, ya que existen cultivares con hábitos de crecimiento tanto determinado como indeterminado. Esta flexibilidad permite adaptar el cultivo a las distintas necesidades y condiciones de producción.

    Crecimiento decidido

    La planta crece hasta cierto punto y concentra su energía en producir frutos, lo que da lugar a una cosecha más concentrada.

    Crecimiento indeterminado

    La planta sigue creciendo y produciendo frutos durante toda la temporada, por lo que es necesario tutorarla para que se desarrolle correctamente.

    Etapas del desarrollo del tomate: el ciclo completo

    El ciclo de desarrollo de la planta del tomate se divide en cuatro fases, cada una con sus particularidades y requerimientos:

    1. Germinación y emergencia de las plántulas

    La primera fase, la germinación, comienza con la siembra, normalmente en bandejas de vivero, y es crucial elegir la variedad adecuada para el clima y los objetivos de producción. Hay que vigilar la temperatura y la humedad ideales para garantizar la germinación y el desarrollo inicial de las plántulas.

    1. Crecimiento vegetativo y formación de plantas

    En la segunda fase tiene lugar el crecimiento vegetativo, con el desarrollo de las hojas y el sistema radicular. Una nutrición adecuada, el espaciado correcto y la poda son esenciales para evitar plántulas débiles y maximizar la productividad. La poda también desempeña un papel importante para guiar a la planta y optimizar la exposición al sol.

    1. Floración y fructificación

    La tercera fase está marcada por la floración y la fructificación. La polinización por insectos como las abejas es esencial para la producción de frutos. El estrés ambiental puede provocar problemas como el aborto de las flores y el escaso cuajado de los frutos. Para mejorar la calidad de la fruta pueden emplearse técnicas de gestión como la fertilización foliar y el aclareo de frutos.

    1. Madurez y coloración de la fruta

    En la cuarta fase, el fruto alcanza la madurez y el color característico de la variedad. Hay que tener en cuenta la diferencia entre la madurez fisiológica y la comercial para determinar el punto ideal de recolección.

    Controlar la madurez es importante para garantizar la calidad de la fruta durante el transporte y la comercialización. Las condiciones climáticas pueden influir considerablemente en el color, el sabor y la textura de los tomates.

    Gestión de cultivos y control de problemas agronómicos

    El éxito del cultivo del tomate depende de un manejo cuidadoso y de la capacidad de afrontar los retos agronómicos que puedan surgir. A continuación, detallamos las principales prácticas y estrategias para garantizar una producción sana y abundante:

    Nutrición y fertilización del tomate

    Una nutrición adecuada es esencial para el desarrollo y la productividad de las tomateras. Una fertilización equilibrada con macro y micronutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio garantiza plantas sanas y frutos de calidad. El análisis del suelo es esencial para determinar las necesidades específicas de cada cultivo y evitar carencias o excesos de nutrientes.

    Riego y conservación del suelo

    El riego por goteo es la mejor opción para el cultivo de tomates, ya que evita que las hojas se mojen, reduce el riesgo de enfermedades foliares y optimiza el uso del agua. El acolchado con materiales orgánicos como paja o corteza de árbol ayuda a conservar la humedad del suelo, controlar la temperatura y reducir el crecimiento de malezas.

    Principales plagas y enfermedades de las plantas de tomate

    Las plantas de tomate son susceptibles a diversas plagas y enfermedades, como el tizón tardío, el mosaico del tomate, la marchitez bacteriana, la mosca blanca, los ácaros y las orugas. El manejo integrado de plagas, que combina el control biológico con el uso racional de plaguicidas, es la estrategia más eficaz para proteger el cultivo y minimizar el impacto ambiental.

    Métodos de cosecha

    La elección del método de cosecha depende del destino de la fruta. Para consumo en fresco, la cosecha manual es la más adecuada, ya que preserva la calidad e integridad de los tomates. Para el procesamiento industrial, la cosecha mecanizada es más eficiente y económica.

    Almacenamiento y transporte de tomates

    Tras la cosecha, los tomates deben almacenarse y transportarse en condiciones adecuadas para mantener su calidad y prolongar su vida útil. Controlar la temperatura y la humedad es fundamental para evitar la sobremaduración y el deterioro. Un embalaje adecuado y el transporte refrigerado minimizan los daños mecánicos y garantizan que los tomates lleguen al consumidor en perfectas condiciones.

    Condiciones ideales para mantener la vida postcosecha

    Para mantener la calidad de los tomates tras la cosecha, es fundamental controlar la temperatura y la humedad. Estas condiciones ideales ayudan a evitar la sobremaduración y el deterioro de la fruta, prolongando su vida útil y garantizando que llegue al consumidor en perfectas condiciones.

    Temperatura:

    La temperatura ideal de almacenamiento para los tomates maduros oscila entre 10°C y 13°C. Las temperaturas más bajas pueden causar daños por frío, mientras que las más altas aceleran la maduración y el deterioro.

    Para los tomates inmaduros, la temperatura ideal es entre 13°C y 15°C, lo que les permite madurar gradualmente.

    Humedad:

    La humedad relativa ideal para almacenar tomates se encuentra entre el 85 % y el 95 %. Este rango de humedad ayuda a prevenir la pérdida de agua y el marchitamiento de la fruta. Sin embargo, un exceso de humedad puede favorecer el desarrollo de hongos y bacterias, causando su pudrición.

    Cómo reducir las pérdidas durante el transporte

    Para reducir las pérdidas durante el transporte de tomates y garantizar que lleguen al consumidor con la mejor calidad posible, es esencial adoptar algunas medidas cruciales:

    Envase adecuado:

    • Utilice envases resistentes y adecuados al tamaño y peso de los tomates. Las cajas de cartón o plástico con ventilación son ideales, ya que protegen los frutos de daños mecánicos y permiten que circule el aire, evitando que se acumule la humedad.
    • Los tomates deben embalarse de forma organizada, evitando el exceso de peso y la fricción entre los frutos.
    • Los envases con separadores o panales ayudan a evitar que los tomates choquen entre sí durante el transporte, reduciendo el riesgo de abolladuras y otros daños.

    Transporte refrigerado:

    • La refrigeración es esencial para mantener la calidad de los tomates durante el transporte, especialmente en largas distancias o en climas cálidos.
    • La temperatura ideal para el transporte de tomates maduros oscila entre 10°C y 13°C. Para los tomates inmaduros, la temperatura ideal es entre 13°C y 15°C.
    • Los vehículos refrigerados con un control preciso de la temperatura garantizan que los tomates se mantengan en el rango ideal durante todo el trayecto.

    Cuidados adicionales:

    • Evitar exponer los tomates directamente al sol durante el transporte, ya que el calor excesivo acelera la maduración y el deterioro.
    • Cargar y descargar los tomates con cuidado, evitando caídas e impactos bruscos.
    • Inspeccionar los tomates antes de cargarlos, retirando los frutos dañados o con signos de deterioro.

    Siguiendo estas recomendaciones, podrá reducir significativamente las pérdidas durante el transporte de tomates, garantizando que lleguen al consumidor con un sabor, una textura y un aspecto óptimos.