Fertilizantes para Chiles verdes Consejos de nutrición para cultivos
Todo lo que debes saber acerca de fertilización del chile verde, mejores prácticas, productos adecuados y más
Consejos para el cultivo de chiles verdes y picosos (Capsicum sp.)
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Es un cultivo muy versátil en sistemas de producción tanto campo abierto, macro túneles, malla sombra e invernaderos.
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Prefieren suelos francos con buen drenaje, pH ligeramente ácido de 5.7-7.0.
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Se desarrollan idealmente en temperaturas entre 18-30 °C, humedad relativa de 50-80%.
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Es un cultivo susceptible a enfermedades de raíz, por lo que requiere cuidados especiales y aporte suficiente de fósforo, zinc y calcio para un buen sistema radicular.
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Son plantas con alta demanda de nitrógeno, fósforo y potasio.
Cultivo de chiles verdes picantes
Chiles verdes picantes saludables
Introducción:
El cultivo y domesticación del chile está referenciado a México y América Central. Esta planta pertenece a la familia de las solanáceas (al igual que el tomate) y es del género Capsicum. Dentro del género Capsicum existen cinco especies domesticadas (C. annuum, C. baccatum, C. chinense, C. frutescens y C. pubescens). La mayor parte de variedades de chile cultivadas en todo el mundo son de la especie C. annuum. A pesar de que es una planta que puede comportarse como cultivo bianual, se cultiva de forma anual debido a que en el segundo ciclo la planta presenta brotaciones menos vigorosas y frutos de menor tamaño y calidad.
El chile junto con el tomate son las hortalizas de mayor importancia económica en México. El chile aporta el 20.2% en la producción de hortalizas a nivel nacional. Para 2019, el SIAP (2020) reporta una producción nacional de 3,238,244.81 toneladas de chile. En los últimos 15 años la superficie destinada al cultivo de chile ha oscilado en un rango de 40 mil hectáreas, manteniéndose en un promedio de 147 mil hectáreas anuales del cultivo en el país; sin embargo, la producción ha aumentado en poco más de un millón de toneladas para este mismo periodo. Una de las razones para ver este incremento está relacionada con el aumento del rendimiento promedio por hectárea, que paso de 13.86 ton/ha en 2005 a 21.65 ton/ha en 2019.
Nutrientes clave en su desarrollo:
Nitrogeno (N):
Es el componente principal de las sustancias básicas o elementales de las plantas como los aminoácidos, enzimas, hormonas y proteínas. Las plantas absorben activamente el nitrógeno a través de las raíces en forma de nitratos (NO3) y amonio (NH4).
Fósforo (P): El fosfato es necesario para la energía que las plantas requieren en el metabolismo y conduce a reacciones químicas en los tejidos vegetales. Estimula el desarrollo temprano de la raíz, floración y viabilidad de las semillas. Este nutrimento se puede almacenar en el suelo y estar disponible en siguientes ciclos de cultivo.
Potasio (K): El K es involucrado en la formación de enzimas, aminoácidos y proteínas, juega un papel importante en la absorción del agua y afecta directamente la tasa de transpiración mediante el cierre y apertura estomática. Es un elemento crítico para que las plantas puedan resistir a los ataques de patógenos. El vigor y rigidez de las plantas son controladas por este nutrimento, es esencial para la formación de almidones y se ve reflejado en una buena maduración de los frutos con color intenso, firmeza y mayor vida en anaquel.
Calcio (Ca): El Ca es requerido para formar nuevos tejidos, especialmente nuevas raíces, desarrollo de pelos radicales y meristemos apicales. Su oportuna aplicación estimula el vigor de las plantas, la viabilidad del polen, contenido proteico de granos y semillas. Así mismo, su buena aplicación conduce a plantas resistentes al estrés y tolerancia a la sequía. Un bajo suministro de Ca se refleja en hojas débiles y necrosis apical en frutos.
Azufre (S). Es absorbido de manera activa por las raíces y de manera foliar. En ciertas condiciones, su absorción puede inhibir al fosfato y nitrato. Su trasporte se da de manera ascendente a través de la xilema. Es un componente integral de aminoácidos y ayuda a la formación de proteínas, y acumulado en las semillas. En la etapa de crecimiento el S participa activamente en el crecimiento, recuperación rápida al ataque de plagas y patógenos, resistencia al estrés y enfermedades.
Fuentes citadas:
Intagri, 2021.
FAOSTAT. 2020. Cultivos. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.