La importancia de la Gestión del pH en Agricultura

El pH es el grado de acidez, refleja la concentración de iones de H⁺ en una solución, y se expresa en una escala logarítmica de 0 a 14. Mientras que un pH de 7 es neutral, un bajo pH de 0 es muy ácido mientras que un pH alto de 14 es muy alcalino.

La mayoría de los cultivos comestibles, se dan bien en un pH entre 5 y 6.5.

¿Por qué es importante el pH?

El pH de un sustrato influencia la absorción de nutrientes a la planta. Por ejemplo, un alto pH limita la absorción de hierro, lo cual normalmente genera el amarillamiento de las hojas y la pérdida de producción.

El pH de los sustratos se puede manipular por medio de la fuente de Nitrógeno.

Al usar urea, nitrógeno amoniacal, sulfatos y fosfatos se disminuye el pH y por el otro lado, los fertilizantes con nitrato, elevan el pH.

El pH del agua también es importante ya que afecta la solubilidad de los nutrientes. También puede ocasionar precipitación en los sistemas lo cual resulta en el bloqueo de los goteros, y con esto, más problemas.

Los niveles de Bicarbonato son claves

La cantidad de bicarbonato en el agua es clave ya que es un reflejo de la capacidad de amortiguación. Entre menos bicarbonato tenga el agua menor será su capacidad de amortiguar — lo cual es preferible. El pH de las aguas blandas (que tienen bajos niveles de bicarbonato) fluctúa fácilmente, mientras que en aguas duras (que contienen muchos bicarbonatos) el pH es estable y más difícil de manipular.

Para evaluar adecuadamente el agua de irrigación es importante saber el pH así como las cantidades de bicarbonato que tiene. Altos niveles de bicarbonato en el agua de irrigación va a incrementar el pH del sustrato en ciclos de cultivo largos.

Al elegir fuentes de nitrógeno acidificantes, podemos compensar el efecto del pH del sustrato. Sin embargo, es mejor prevenir una subida de pH eliminando los bicarbonatos usando como punto inicial productos acidificantes como Nova PeKacid^®.