Toma la iniciativa en el control de hierba

El impacto del cambio climático en la industria de la horticultura se intensifica día con día. Mientras las discusiones se centran en las sequías y la escasez de agua, las pláticas relacionadas al control de hierbas, que cada vezes más difícil, no se quedan atrás. No es ningún secreto que la hierba es un obstáculo para la producción redituable —y con el cambio climático, las presiones se intensifican.

Los retos para controlar la hierba-mala crecen. Y con ellos, la necesidad de intervenir de manera proactiva. Las hierbas se están expandiendo a regiones a las que antes no llegaban. Además, hay hierbas y semillas de hierba que antes no sobrevivían al invierno, pero ahora sí.

Las siguientes son algunas razones para tomar la iniciativa y vencer a las hierbas antes de que te venzan a ti:

• Las primeras impresiones – En el negocio de las plantas de ornato la imagen es importante, y la primera impresión es aún más importante. Ya sea que tus plantas estén en el campo o bajando de camiones en puntos de venta y oficinas, sus condiciones dicen mucho acerca de tu operación y de ti. Entregar plantas con hierbas forza la mano de tus clientes a invertir en tiempo y personal para limpiar tus plantas —o cambiar de proveedor.

• Salud de las plantas – Las hierbas en los campos o en las macetas, compiten por los nutrientes, el agua y la luz que necesitan tus plantas para tener el mejor desempeño y salud. Las hierbas además, albergan insectos y enfermedades que ponen en riesgo a tu cultivo. Al eliminar y prevenir hierbas —antes de que roben de tu cultivo— optimizas el aporte de nutrientes, reduces la necesidad de herbicidas y restableces la capacidad de crecimiento de tus plantas.

• La semilla del problema – Ignoralas hierbas, y tú y tus clientes descubrirán las semillas que dejan. Y con el calentamiento global, ese “regalito” podría superar por mucho tus expectativas. Al darle la prioridad que merece el control de hierbas —desde herbicidas pre-emergentes hasta la extracción de hierbas— tú tomas el control. Prevenir la producción de semillas de hierba y su distribución es mucho más difícil que enfrentar sus consecuencias.

• El reto de la mano de obra – Todos sabemos que la mano de obra es escasa y que los buenos empleados son cada vez menos. Implementar un programa proactivo de control de hierba te puede ayudar a manejarla de manera mucho más eficiente. Así, tus empleados podrán dedicar tiempo a cosas más importantes que “arrancar hierbas de las macetas”. Y si crees que no tienes la mano de obra para dedicarla al control de hierba, piénsalo otra vez. Bajo control de hierba = Menos ventas.

Estas mejores prácticas para el contro lde hierba proactivo te pueden ayudar a reducir la presión de la hierba y mantener tu producción limpia y creciendo:

• Mantén las áreas no-productivas libres  – Al eliminar las hierbas perimetrales, creas una barrera protectora alrededor de tus áreas de producción y evitas la invasión de hierbas. Que la poda, deshierbe y la aplicación de herbicidas pre-emergentes sean parte de tu rutina también en las áreas no-productivas.
• Mantén el suelo libre de hoyos y escombros – No dejes que los hoyos o escombros permitan la germinación de semillas de hierba en tu suelo. Barre de manera regular. Si se forman agujeros, aplica pre-emergente granular en el hoyo. Tapa el hoyo antes de colocar un contenedor o maceta encima.
• Deshazte de contenedores vacíos en tus campos – Un contenedor con medio de cultivo y sin planta es una invitación para que las semillas de hierba se vengan a instalar —eso si no se metieron ya. Tómate el tiempo de sacar las macetas no-productivas de tus campos o áreas perimetrales antes de que se instalen hierbas productoras de semillas en ellas.
• Haz que el herbicida coincida con las hierbas que quieres eliminar – Identifica las hierbas problemáticas y elige el herbicida adecuado. Asegúrate que el ingrediente activo de tu herbicida realmente ataque a las hierbas, y que no ataque a tus cultivos ornamentales. Para minimizar el riesgo de que se vuelvan resistentes, cambia de herbicida de manera regular.
• Ensaya y prueba antes de dar tratamiento – Siempre prueba tus nuevos herbicidas en un área pequeña o un número reducido de plantas antes de aplicarlo a gran escala. Aún si las hierbas y cultivos están enlistados en la etiqueta, las pruebas y ensayos in-situ previenen arrepentimiento sobre tratamientos apresurados. ¿Quieres saber acerca de los ensayos de producto de ICL? Habla con tu Gerente Territorial ICL local.
• Riega los contenedores nuevos antes de tratarlos – Los herbicidas granulares funcionan mejor cuando el medio de cultivo es relativamente plano. Si estás aplicando tratamiento pre-emergente en contenedores nuevos, riégalos con unos 3 cm de agua para que la superficie sea firme antes de aplicar el tratamiento.
• Calibra tu equipo – El éxito con herbicidas pre-emergentes depende de aplicar las cantidades correctas. Al aplicar demasiado herbicida desperdicias dinero y aumentas el potencial de toxicidad y riesgo ambiental. Al aplicar demasiado poco, desperdicias tiempo, dinero y mano de obra —además de no matar la hierba. Tómate el tiempo de calibrar y poner las cantidades adecuadas.
• Sigue las instrucciones de la etiqueta – A veces omitimos la “mejor práctica” más importante. Siempre leer la etiqueta de producto detalladamente —antes del tratamiento— y sigue las instrucciones al pie de la letra, incluyendo lineamientos para intervalos de irrigación pre- y post-aplicación. ¿Necesitas asesoría de un experto? Tu Gerente Territorial ICL local te puede ayudar.

En ICL, queremos ayudarte a producir los mejores cultivos posibles para avanzar con tu negocio como quieres. Esto va desde nutrición vegetal premium hasta protección proactiva para plantas con estándares de la industria como OH2, o el innovador pre-emergente granular y líquido Gemini para ayudarte a controlar la hierba de manera efectiva y eficiente. Así que llámanos. Veamos cómo te podemos ayudar a producir mejores plantas, más limpias y más sustentables.