El nitrógeno (N) es considerado por muchos como “el jugador más valioso del equipo” en lo que se refiere a la producción de cultivos. Es esencial para conseguir cultivos de alto rendimiento, y al ser uno de los principales jugadores del equipo, es más necesario en las etapas clave de crecimiento como la germinación, crecimiento vegetativo y las fases reproductivas. El nitrógeno es el combustible para el crecimiento de la planta, mejora el desarrollo de las hojas, y soporta en la formación de frutas y semillas. Sin embargo, cuando las plantas no reciben el suplemento adecuado, pueden presentar deficiencia de nitrógeno.
¿Por qué el nitrógeno es tan importante para los cultivos?
El nitrógeno es uno de los macronutrientes primarios que las plantas necesitan para crecer y desarrollarse. Es un componente crucial de aminoácidos, proteínas, clorofila, y ácidos nucléicos; todos ellos necesarios para múltiples procesos de las plantas. El N influye directamente en el rendimiento de los cultivos al mejorar la acumulación de biomasa y el crecimiento reproductivo, además de minimizar el impacto de los estresores ambientales. Es particularmente importante durante las etapas clave de crecimiento como por ejemplo el establecimiento de la planta, la floración, y el desarrollo de frutas y semillas.
Al igual que con todos los nutrientes, el equilibrio es la clave. El N interacciona de cerca con muchos otros nutrientes como el fósforo, potasio y los micronutrientes. Es crucial mantener un equilibrio adecuado entre los nutrientes para obtener plantas saludables y maximizar la eficiencia en el uso de los nutrientes.
¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de nitrógeno?
Los síntomas de la deficiencia de nitrógeno en plantas incluyen el amarillamiento de las hojas más viejas, crecimiento atrofiado, hojas más chicas, floración y formación de frutas retrasada, tallos delgados, y amarillamiento de la planta en general.
- Amarillamiento de las hojas más viejas (Clorosis): Uno de los síntomas más comunes es el amarillamiento de las hojas más viejas, generalmente empezando por las hojas de abajo y progresando hacia arriba. Este amarillamiento empieza por lo general en la punta y las orillas de las hojas, creando un patrón en forma de V.
- Crecimiento atrofiado y hojas más chicas: Las plantas con deficiencia de N tienen un menor crecimiento en general, Incluyendo tallos más cortos y hojas más chicas y pálidas. Esto puede resultar en una apariencia como de arbusto. El cambio en la coloración de las hojas resulta por una síntesis insuficiente de clorofila, la cual requiere N. En casos severos, las plantas con deficiencia de nitrógeno pueden perder las hojas prematuramente.
- Floración y formación de fruta retrasados: La deficiencia de N puede retrasar la floración, el establecimiento de frutas, y el llenado de grano de los cultivos, reduciendo su rendimiento y ocasionando cosechas de baja calidad.
- Tallos delgados y débiles: En casos severos, los tallos de las plantas afectadas se pueden volver delgados y débiles, haciéndolos más susceptibles a romperse o dañarse.
- Amarillamiento general de la planta: Al verse más afectada, toda la planta puede tener una apariencia verde pálida o amarillenta.
Los síntomas pueden variar dependiendo de la especie, edad, severidad y duración de la deficiencia de N. Para mantener un crecimiento y productividad óptimos, es importante monitorear de cerca los cultivos y aplicar prácticas adecuadas de gestión de nitrógeno.
¿Cuál es el impacto de la deficiencia de nitrógeno?
La calidad y el rendimiento son los más afectados, básicamente porque la deficiencia de N afecta el crecimiento de las plantas, su desarrollo y la productividad general del cultivo. Las plantas con deficiencia de N también se vuelven más vulnerables a estrés ambiental, como es la sequía, el calor y las plagas. Las plantas debilitadas no pueden defenderse adecuadamente de los patógenos y se vuelven más susceptibles a sufrir enfermedades.
- Crecimiento y rendimiento reducidos: Las deficiencias nutrimentales afectan directamente al crecimiento de la planta al limitar el acceso a nutrientes esenciales que son necesarios para sus procesos celulares incluyendo la fotosíntesis, respiración, y la división celular. Esto puede resultar en un crecimiento atrofiado y rendimiento reducido.
- Producto de baja calidad: La deficiencia de N reduce la calidad del producto al comprometer sus valores nutricionales, sabor, apariencia y durabilidad. Por ejemplo, la deficiencia de N puede reducir el contenido de proteína de granos.
- Maduración retrasada: La deficiencia de N puede retrasar la maduración, afectando el momento de floración, establecimiento de fruta o llenado de grano. Este retraso puede afectar el potencial de rendimiento u ocasionar que los cultivos tengan que enfrentar condiciones ambientales adversas durante las etapas de crecimiento más sensibles.
- Pobre absorción de nutrientes y metabolismo: La deficiencia de N puede romper el equilibrio de otros nutrientes dentro de la planta como el fósforo, potasio y los micronutrientes, esto va a afectar aún más la productividad y el rendimiento del cultivo.
- Pérdidas económicas: Los rendimientos reducidos y la baja calidad que resultan de la deficiencia de nitrógeno pueden ocasionar pérdidas económicas, afectando la rentabilidad y la sustentabilidad de la operación agrícola.
¿Por qué ocurre la deficiencia de nitrógeno?
La deficiencia de nitrógeno (N) es más común de lo que se pudiera pensar en la agricultura comercial. Puede ocurrir por diferentes razones como la fertilidad del suelo, la demanda de nutrientes del cultivo, las condiciones ambientales y las prácticas agrícolas:
- Fertilidad del suelo: La baja fertilidad del suelo y poca materia orgánica pueden reducir la disponibilidad de nitrógeno.
- Demanda de nutrientes del cultivo: Cultivos muy demandantes, como el maíz y el trigo, requieren mucho N, haciéndolos susceptibles a deficiencias si no se les maneja adecuadamente.
- Condiciones ambientales: El exceso de lluvia puede ocasionar lixiviación, aumentando la posibilidad de enfrentar deficiencias.
- Fertilización inadecuada: La aplicación inadecuada de fertilizantes nitrogenados puede resultar en un suplemento insuficiente de nitrógeno para los cultivos.
- Prácticas de rotación de cultivos: Las prácticas de rotación de cultivos inconsistentes podrían ser insuficientes para recuperar el nitrógeno del suelo, especialmente si no se incluye legumbres con la capacidad de fijar nitrógeno.
¿Cómo enfrentar la deficiencia de nitrógeno?
La gestión de la deficiencia de nitrógeno (N) en cultivos es esencial para promover el crecimiento óptimo y la sustentabilidad. Hay que empezar por realizar análisis de suelo periódicos para conocer los niveles de nitrógeno y otros factores, como el pH, que van a determinar la selección del fertilizante adecuado. Si se identifica una deficiencia de N, es crucial confirmar el diagnóstico por medio de análisis para tener claro su severidad. Para remediar la situación, los agricultores generalmente eligen fertilizantes ricos en nitrógeno como la urea o el nitrato de amonio. Para cultivos irrigados, usar soluciones de fertirrigación, como Agrolution 30-10-10+ME, permite la aplicación de nitrógeno directamente a través del sistema de riego asegurando una absorción eficiente y evitando el escurrimiento. Otra opción, aunque menos común, es la aplicación foliar, la cual puede servir como una estrategia suplementaria para enfrentar deficiencias de nitrógeno agudas o proporcionar un rápido alivio a plantas que empiezan a exhibir síntomas de deficiencia.
Lo mejor es prevenir la deficiencia de nitrógeno (N), esto se hace por medio de la implementación de técnicas de agricultura de precisión como las tasas variables o aplicaciones divididas de acuerdo a mapas de terreno o el uso de sensores. Esto permite una aplicación precisa de N en donde más se le necesita, reduciendo el desperdicio y el impacto ambiental.
También se recomienda el uso de fertilizantes de liberación controlada, como Agrocote, los cuales liberan N de manera gradual alineándose con las etapas del cultivo.
La fertirrigación —llevando nutrientes directamente a la zona de la raíz por medio del agua de riego— mejora la absorción de nutrientes y evita el escurrimiento. La línea de productos Nova y Agrolution de ICL, ofrece una gran variedad de fertilizantes líquidos e hidrosolubles con formulaciones ricas en nitrógeno.
Y otra opción es el uso de tecnologías que ayudan a mejorar la eficiencia del uso del N como BIOZ® Diamond 10-0-1 y Polysulphate para retrasar la conversión de N y maximizar su disponibilidad para las plantas.
Y más allá de la fertilización, al implementar rotación estratégica de cultivos usando legumbres capaces de fijar nitrógeno, utilizar cultivos de cobertura que favorecen la retención de N, y agregar materia orgánica, se puede mejorar la capacidad del suelo de retener N.
Y por último, hay que asegurar el nivel de pH óptimo para la absorción de nutrientes (con productos como Agrolution pHLow y Nova PeKacid) para proteger la calidad del agua y la salud del ecosistema.
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