Cuidando la Fertilidad del Suelo
La gestión cuidadosa de las tierras para cultivo mantiene la fertilidad del suelo y maximiza un rendimiento y calidad sostenible.
Normalmente se habla del Creciente Fértil (en la antigua Mesopotamia) como la cuna de la agricultura, también se enfatiza la importancia de la “fertilidad” en nuestros suelos. Pero ¿qué significa exactamente la palabra “fertilidad”? ¿Por qué es tan importante? ¿ Y cómo podemos medirla?
Volviendo a los básicos: la fertilidad del suelo se puede describir mejor como la capacidad del suelo de proveer los nutrientes esenciales requeridos para el crecimiento de las plantas y el óptimo rendimiento de los cultivos -y aunque algunos suelos son naturalmente más fértiles y productivos que otros – ya sea por geografía o química del suelo – todos los suelos utilizados para la agricultura van a necesitar fertilizantes para mantener sus niveles de nutrientes. Esto se debe a que los nutrientes de la tierra son absorbidos por las raíces de las plantas al crecer y por lo tanto, son removidos con la cosecha. Esta minería de nutrientes va a ir reduciendo gradualmente las reservas de nutrientes de la tierra. Por esta razón, se debe recuperar estos nutrientes por medio de fertilización para reponer los que son removidos con cada cosecha.
Nutrientes esenciales para las plantas
En este artículo, nos interesan especialmente los nutrientes de la tierra desde el punto de vista de las plantas. Las plantas requieren 17 nutrientes esenciales para crecer: Carbono (C), Hidrógeno (H), Oxígeno (O), Nitrógeno (N), Fósforo (P), Potasio (K), Azufre (S), Calcio (Ca), Magnesio (Mg), Boro (B), Cloro (Cl), Cobre (Cu), Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Molibdeno (Mo), Nikel (Ni), y Zinc (Zn).
El Carbono, Hidrógeno, y Oxígeno llegan a las plantas desde el aire y el agua. De los demás, nos referimos a los seis que son consumidos en mayor cantidad por las plantas, como macronutrientes– Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio, Magnesio, y Azufre. Los demás se utilizan en cantidades muy pequeñas y se conocen como micronutrientes.
Todos estos elementos son importantes para un crecimiento saludable de las plantas, y para que completen todo su ciclo de vida, por ejemplo, para la germinación, el desarrollo de raíces, brotes, ramas, hojas, flores, frutas y semillas.
Los macronutrientes son esenciales para las funciones básicas de la vida de las plantas, incluyendo la fotosíntesis, la síntesis de enzimas, la formación de la pared celular, y la producción de proteínas, sin embargo, también lo son los micronutrientes. Por ejemplo, El molibdeno es esencial para la absorción y fijación del Nitrógeno, mientras que el Boro es muy importante para la polinización y el establecimiento de la semilla.
La deficiencia en cualquier nutriente, ya sea macro o micro, va a resultar como un factor limitante en el desarrollo y desempeño del cultivo. Lo que es más, los humanos también necesitamos de muchos de estos microelementos en nuestra dieta, o sea que un cultivo deficiente también va a generar una cantidad de problemas de salud entre los humanos.
Existen estudios completos en relación a cada uno de los aspectos de la fertilidad del suelo, sin embargo, nosotros vamos a abordar el tema de un modo más simple: ¿cuáles son los elementos cruciales en gestión de fertilidad para optimizar el rendimiento de los cultivos?
Factores físicos
Algunos suelos siempre serán mejores que otros. Esto es porque la naturaleza física del suelo afecta su fertilidad. Cuando hablamos de estos aspectos físicos naturales, nos referimos a la textura del suelo – la proporción de arena, limo y arcilla en la tierra– y la estructura del suelo – la forma en que las partículas individuales de arena, limo y arcilla se combinan para crear espacios porosos dentro del suelo. Ambos factores afectan la fertilidad del suelo al determinar cómo es que el agua y los nutrientes se desplazan a través de la tierra, al mismo tiempo que afectan la penetración de las raíces y la capacidad de retención de humedad de la tierra.
Hay muy pocas cosas que un productor puede hacer para cambiar la naturaleza del suelo de su terreno, pero puede mejorar su desempeño al enfocarse en la salud del suelo. Es muy importante fijarse en la estructura del suelo para iniciar la operación agrícola. Por ejemplo, Al usar maquinaria pesada cuando hay un contenido de humedad alto en el suelo puede resultar en una compactación excesiva del suelo, lo cual reduce la infiltración del agua y puede resultar en un incremento en el escurrimiento superficial.
Factores químicos
Hay muchos factores químicos que pueden afectar la disponibilidad de nutrientes en el suelo, incluyendo el pH, la capacidad de intercambio de cationes, la salinidad, y la capacidad de la tierra de amortiguar. Por ejemplo, el pH del suelo, su acidez o alcalinidad, influye en la capacidad del suelo para “liberar” nutrientes para ser absorbidos por las raíces. La solubilidad de la mayoría de los nutrientes que las plantas necesitan es mejor en tierra un poco más ácida, aunque un medio demasiado ácido, puede afectar la disponibilidad de nutrientes como el Potasio, Fósforo y Calcio. Algunos nutrientes, incluyendo el Hierro y el Manganeso, son más disponibles en suelos con bajo pH, o sea, mayor acidez. Otra cosa importante que hay que saber, es que la disponibilidad inmediata o rápida de nutrientes no siempre es lo mejor; el Hierro y el Manganeso pueden ser tóxicos para las plantas si se absorben en altas cantidades.
Factores biológicos
Un suelo saludable no está formado sólo de partículas y nutrientes. Existen factores biológicos que afectan la fertilidad. Muchos de estos factores tienen que ver con organismos que viven en la tierra y tienen un rol importante en el movimiento y reciclaje de nutrientes. Por ejemplo, los gusanos de tierra y algunos insectos pueden alimentarse de residuos que dejan las plantas, como las raíces viejas de cultivos anteriores, que luego excretan al moverse bajo el suelo. Y al atravesar la tierra, crean túneles que mejoran el flujo de agua y los nutrientes.
Los organismos más pequeños, como los hongos y las bacterias, son los más abundantes y juegan un papel crítico en el reciclaje de nutrientes
Pero cuando se trata del número de organismos en la tierra, los más pequeños, como los hongos y las bacterias, son los más abundantes y juegan un papel crítico en el reciclaje de nutrientes. En solo gramo de tierra puede contener miles de millones de bacterias de miles de especies diferentes. Aunque algunos de estos organismos se alimentan de materia orgánica, existe otra bien conocida bacteria, Rhizobium, que es un microorganismo que vive en simbiosis con las leguminosas ayudándoles a formar nódulos de la raíz, al encargarse de fijar el Nitrógeno de la atmósfera y poniéndolo disponible para la planta leguminosa. Pero no es sólo el Nitrógeno lo que se recicla; todos los nutrientes tienen un ciclo que involucra microorganismos.
Una forma de mejorar la salud biológica del suelo es la incorporación de materia orgánica. Aunque la materia orgánica como el abono contiene bajas cantidades de N, P, y K, no es suficiente para proveer todas las necesidades nutrimentales requeridas por la agricultura moderna. Sin embargo la aplicación de materia orgánica en un plan balanceado de fertilización sí es valiosa ya que mejora la calidad del suelo y el aporte de micronutrientes al mejorar la actividad microbial y las propiedades físicas, incluyendo la estructura, la capacidad de retención de humedad, y la aeración. los mejores resultados, se obtienen cuando se aplican fertilizantes comerciales en combinación con abonos orgánicos en un proceso que se conoce como Manejo Integral de Nutrientes (INM por sus siglas en inglés).
Gestión y medición de la fertilidad del suelo
A pesar del rol de los procesos biológicos naturales en el reciclaje de nutrientes en el suelo, las tierras de cultivo productivas requieren un cuidado especial para maximizar el rendimiento de los cultivos y la calidad.
Las plantas requieren los nutrientes adecuados en las cantidades correctas, esto se conoce como “Fertilización Balanceada”
No se trata sólo de aportar ciertos nutrientes clave en altas dosis. Más bien, las plantas requieren los nutrientes adecuados en las cantidades correctas, esto se conoce como “Fertilización Balanceada”. La fertilización continua sin ser balanceada (por ejemplo, demasiado Nitrógeno sin Potasio) ocasiona que se agote la fertilidad del suelo, reduciendo los rendimientos, con baja calidad, y menores ganancias.
ICL, como líder en la producción de fertilizantes, recomienda a los productores que hagan un uso más preciso, razonable, y balanceado de fertilizantes para aumentar la calidad de sus productos e impulsar sus ganancias mientras cuidan el medio ambiente.
Para alcanzar la nutrición óptima, los agricultores más productivos generalmente llevan a cabo análisis de tierra y de agua, análisis de tejido de las hojas, además de las recomendaciones de asesores que les ayuden a comprender la naturaleza de su suelo y el estado nutricional de sus cultivos. Esta es una parte invaluable del proceso de Fertilización integral.
Y después de contar con la información necesaria acerca de las necesidades nutrimentales del cultivo, más la información acerca de la fertilidad existente en el suelo, ya se puede identificar lo necesario para desarrollar un plan de nutrición vegetal con soluciones que aseguren que se llenen los huecos nutrimentales existentes, además de asegurarse que tras la cosecha no se va a agotar la fertilidad del suelo permitiendo la producción de futuros cultivos.
Dentro del portafolio de soluciones nutricionales de ICL, tenemos fertilizantes desarrollados para cada cultivo, cada condición de crecimiento, y cada sistema de producción.
Soluciones de nutrición para mejorar la productividad de los cultivos
Con más de 40 marcas de fertilizantes y múltiples fórmulas por cada marca, ICL tiene el fertilizante correcto para cada cultivo, sistema de producción, y nivel de fertilidad del suelo.
Por ejemplo, tenemos fertilizante granular convencional y fertilizantes diseñados para sistemas de fertirrigación (tanto líquidos como hidrosolubles), los cuales pueden tener fórmulas con nutrientes balanceados o fórmulas con niveles mayores de un nutriente en particular.
Con más de 40 marcas de fertilizantes y múltiples fórmulas por cada marca, ICL tiene el fertilizante correcto para cada situación
Nuestros Fertilizantes de Liberación Controlada aseguran que los nutrientes estén disponibles para el cultivo a lo largo de toda su temporada de crecimiento al gestionar la liberación de sus elementos de acuerdo a las necesidades del cultivo por hasta 18 meses. Esta liberación controlada tiene múltiples beneficios, incluyendo el potencial de aplicar la totalidad de las necesidades nutricionales del cultivo en una sola aplicación, y al sincronizar la liberación de los nutrientes con los requerimientos de las plantas, reduciendo la pérdida de nutrientes hacia el medio ambiente e incrementando la Eficiencia en el Uso de Nutrientes. De hecho, los ensayos técnicos indican que los productores pueden reducir la cantidad total de fertilizante que aplican mientras mantienen el mismo rendimiento de cultivo. El último Fertilizante de Liberación Controlada de ICL incluye un beneficio adicional, la tecnología de liberación eqo.x de ICL, un recubrimiento especial que se biodegrada rápidamente hacia el suelo una vez que se han liberado los nutrientes.
Para agricultores que operan sistemas de producción orgánicos, tenemos nuestro fertilizante granular natural, multi-nutrientes, de liberación prolongada, Polysulphate. También contamos con la gama de productos Flecotec de ICL que cuenta con fertilizante granular, hidrosoluble, y líquido. Todos aprobados para su uso en sistemas de agricultura orgánica.
ICL cuenta también con la nueva marca de bioestimulantes Bioz. Los bioestimulantes son sustancias o microorganismos que estimulan el crecimiento de la planta y el rendimiento del cultivo. Los estreses causados por calor, sequía, o enfermedad pueden limitar la absorción de nutrientes de la raíz a la planta. Bioz, la línea de bioestimulantes de ICL, es una opción efectiva para alcanzar una agricultura sostenible al estimular la actividad de la tierra, esto resulta en una mejor disponibilidad de elementos nutricionales para la planta, reduciendo el estrés y mejorando la absorción. Se ha convertido en un elemento fundamental en la gestión integral de cultivos para muchos productores alrededor del mundo.
Comprometiéndonos con la sustentabilidad
No se trata sólo de proveer productos innovadores que cubran las necesidades técnicas de plantas y suelo. En ICL, reconocemos la necesidad de soportar una población global con comida abundante, saludable, y sustentable.
Es esencial que respetemos nuestro medio ambiente y hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para preservar nuestros recursos naturales.
Como líder en la fabricación de productos de nutrición, hemos invertido en el desarrollo de nuevas tecnologías, como nuestra liberación controlada, fertirrigación, fertilizante granular, foliar, fertilizantes orgánicos, y nuestros bioestimulantes. Pero la tecnología no sirve de nada si no se aplica. Por eso también invertimos en nuestras capacidades de soporte a clientes: nuestro equipo global de agrónomos expertos, científicos de suelo, y nutricionistas de plantas trabajan en equipo para capacitar a agricultores, asesores, y distribuidores, en el correcto uso de productos de fertilización de cultivos: optimizando el rendimiento, maximizando la eficiencia en el uso de nutrientes, y preservando la salud del suelo.