Fertilizantes ricos en potasio

El potasio (K) es uno de los tres macronutrientes esenciales, junto con el nitrógeno y el fósforo, que las plantas necesitan para desarrollarse. La elección y el uso de fertilizantes potásicos garantizan la disponibilidad de potasio en el suelo, listo para que las plantas absorban las cantidades relativamente grandes de este nutriente que necesitan.

El potasio aumenta el rendimiento de los cultivos y mejora la calidad de los productos agrícolas, al tiempo que potencia la capacidad de las plantas para resistir enfermedades, ataques de insectos, estrés por frío y sequía y otras condiciones adversas. Al ayudar a desarrollar sistemas radiculares fuertes y sanos, el fertilizantes con potasio aumenta la eficacia de la absorción y utilización del nitrógeno y otros nutrientes.

El cloruro de potasio es la fuente más común de potasio (KCl). Su alto contenido en K lo convierten en la opción más utilizada. Tanto el cloruro como el potasio son esenciales para regular el agua en las células vegetales, lo que promueve una mayor productividad celular.

Potasio y nutrición animal

De un fertilizante con potasio no sólo se benefician las plantas. El potasio mejora la calidad nutricional de los alimentos destinados a la alimentación animal, como el pasto y los cultivos forrajeros, lo que significa que es también importante que los cultivos destinados a nutrición del ganado contengan potasio.

Las múltiples funciones del potasio en las plantas

La importancia del potasio radica en sus múltiples funciones en las plantas:

El potasio interviene en la activación de más de sesenta sistemas enzimáticos de las células vegetales y en la síntesis de proteínas, vitaminas, almidón y celulosa que garantizan el metabolismo normal de la planta, su crecimiento y la formación de tejidos fuertes.
El potasio contribuye a la fotosíntesis, el proceso mediante el cual se forman y convierten los azúcares y la energía que la planta necesita para su desarrollo.
El potasio controla la apertura y el cierre de los estomas de las hojas, regulando el estado hídrico de la planta.
Es esencial en la formación del almidón y en la producción y translocación de azúcares. Por lo tanto, el potasio es especialmente valioso en cultivos ricos en carbohidratos como la caña de azúcar, la patata y la remolacha azucarera.
La producción de almidón y azúcar en las leguminosas potenciada por el potasio beneficia a las bacterias simbióticas que viven en las raíces y mejora así la fijación del nitrógeno.
El potasio no sólo aumenta el rendimiento, sino que también mejora la calidad de los cultivos. Mejora el valor nutritivo de granos, tubérculos y frutas al aumentar el contenido de proteínas y aceite en las semillas, de almidón en tubérculos y semillas, y de vitamina C y azúcar en las frutas.
Con un aporte adecuado de potasio, los cereales producen granos gordos y tallos fuertes, lo que los hace resistentes al encamado.
El potasio mejora el sabor y el color de los frutos y aumenta el tamaño de tubérculos y frutos. Además, aumenta la resistencia a diversas lesiones durante el almacenamiento y el transporte, alargando así la vida útil.

Síntomas de la carencia de potasio

Las plantas deficientes en potasio sufren de varias maneras. Las plantas deficientes en potasio tienden a “encorvarse” o doblarse a ras de suelo, lo que dificulta su cosecha. La carencia de potasio también hace que las plantas sean más susceptibles a las enfermedades.

Visualmente, las hojas más viejas parecen tener los bordes quemados (chamuscados), y como el potasio es móvil en la planta, las hojas inferiores y más viejas muestran primero los síntomas de deficiencia de potasio.