Soluciones nutritivas (A+B) con Nutri Liquid Perfect Fit para cultivos protegidos

Abril 30, 2019
5 mins

La provincia de Almería cuenta con un sistema de agricultura intensiva asociado a constantes innovaciones tecnológicas, las cuales son decisivas para su competitividad. Se trabaja con cultivos de alto interés comercial que requiere un manejo especializado para obtener altos rendimientos y frutos de alta calidad. En esta zona existe un interés creciente en el consumo de fertilizantes líquidos, ya que permiten una aplicación más fácil, precisa y uniforme, haciendo que mejore la eficacia del uso. 

Para poder aplicar los elementos nutritivos de una forma equilibrada en estos cultivos intensivos, debemos tener conocimientos de fertilidad de suelos y nutrición vegetal, lo cual requiere un uso técnico de los abonos utilizando fórmulas complejas y perfeccionadas respecto a las antiguas recetas de abonado, teniendo siempre en cuenta las variaciones de las condiciones en nuestro cultivo y su entorno. 

Los errores cometidos en el abonado pueden reducir de forma importante la producción y el beneficio, a la vez que repercute negativamente en el medio ambiente, con un problema que ya está presente en esta zona como es la contaminación de acuíferos. Así que una utilización eficaz de la fertirrigación debe ser un reto obligado en el contexto económico, social y medioambiental. Y más teniendo en cuenta el problema creciente con la escasez y creciente mala calidad de nuestras aguas de riego. 

En ICL contamos con la gama Nutri Liquid Perfect Fit; fertilizantes líquidos para fertirrigación diseñados a medida. Cuando hablamos de fertilización a medida nos referimos a un concepto de la fertilización fundamentado en proporcionar a los cultivos una nutrición lo más ajustada posible a sus requerimientos específicos constituyendo, de esta forma, uno de los más claros exponentes de la racionalización y optimización en el uso de los fertilizantes. 

La eficacia de la fertilización a medida está directamente asociada a una adecuada evaluación de las necesidades nutritivas de los cultivos, atendiendo a su estado fenológico y a las condiciones particulares en las que se desarrollan. 

Fertilización a medida con Nutri Liquid A+B (50-50)

En el diseño de una solución nutritiva como Nutri Liquid A+B 50-50, las cuales son soluciones completas, tanto en macro como microelementos necesarios para las plantas, además de considerar las necesidades nutritivas del cultivo al que se va a aplicar, se tienen en cuenta otros aspectos, como características del o las aguas de riego (en el caso de tener distintas fuentes y/o realizar mezcla de ellas), infraestructura disponible, sistema de fertirrigación, condiciones ambientales, etc. La labor del asesor técnico de ICL es, por tanto, la obtención de la fórmula que mejor se adapte al conjunto de requerimientos preestablecidos. Cuanto más aproximada sea esta evaluación, más ajustado y eficaz será el resultado de la aplicación de los fertilizantes en cada caso. 

El pH requerido por un fertilizante líquido viene determinado fundamentalmente por las características del agua de riego. Siempre que trabajemos con aguas duras, con altos contenidos de carbonatos y/o bicarbonatos, es recomendable el uso de fertilizantes de reacción ácida, persiguiendo dos objetivos, primero que favorezca la disponibilidad y asimilabilidad de los elementos nutritivos para las plantas, así como disminuir el riesgo de precipitaciones químicas, fundamentalmente de sales insolubles de calcio, en nuestro sistema de riego. 

¿Qué formas de nitrógeno nos interesa aportar?

Respecto a las diferentes formas del nitrógeno, la nítrica es absorbida preferentemente por la mayoría de las plantas, con lo que es la forma más empleada en nuestras soluciones. Teniendo también en cuenta, por un lado, el sistema de cultivo bajo plástico, donde no corremos el riesgo de lavado por lluvias y, por otro lado, la toxicidad del nitrógeno amoniacal para algunas plantas en diferentes concentraciones. 

Un exceso de nitrógeno produce, entre otros efectos, exceso de vigor, escaso desarrollo del sistema radicular, retardo en la formación de flores y frutos, maduración irregular y mayor riesgo de plagas y enfermedades. Por lo que una adecuada relación N/K nos hará tener un buen equilibrio entre la fracción vegetativa y la generativa, permitiendo aumentar el rendimiento, la calidad y la vida post cosecha. 

Es necesario tener un equilibrio balanceado entre aniones y cationes, el balance consiste no sólo en la cantidad absoluta de cada uno de ellos, sino, además en la relación cuantitativa que se establece entre los cationes por un lado y los aniones por el otro.  

Cuando en el suelo el sodio (Na⁺) domina sobre el calcio (Ca⁺²) baja la permeabilidad del suelo y su aireación, debido a la dispersión de los coloides en lugar de la floculación. Por lo que debemos tener esto en cuenta a la hora de diseñar el equilibrio y en el manejo del riego. 

La mayoría de los suelos de cultivo de esta zona son calizos y con bajo contenido en materia orgánica, con lo que el pH es elevado, al igual que en algunos sustratos no inertes, por lo que es necesario aportar microelementos quelatados en nuestra solución nutritiva para que estén disponibles para la planta en un amplio rango de pH (4-9). Los quelatos son incompatibles con fertilizantes ácidos, quedando el elemento en forma mineral al precipitar el quelato, por lo que el rango de pH en el que estaría disponible para la planta sería mucho menor. Con las soluciones nutritivas 50-50 no existe este problema, ya que tenemos dos soluciones diferentes interrelacionas, pudiendo aportar microelementos quelatados y no tener restricciones en acidez libre de nuestra solución nutritiva.  

Es necesario conocer el incremento de conductividad eléctrica del agua a distintas dosis de aplicación del producto, ya que incrementos excesivos aumentan el potencial osmótico del medio pudiendo dificultar la absorción de nutrientes y agua por la planta, por lo que sería conveniente hacer una valoración real de incrementos de conductividad eléctrica a distintas dosis de fertilizante. Por otro lado, el incremento de la salinidad en nuestra solución nutritiva puede ser una buena estrategia para mejorar la calidad del fruto en algunos cultivos, pero tiene que estar muy controlada para evitar que el contenido en macro y microelementos disminuya de manera significativa en nuestra planta y en nuestros frutos, ya que una alta concentración salina disminuye la absorción de los elementos nutritivos.