Cultivar colza
Asesoramiento para la nutrición del cultivo

Todo lo que necesita saber sobre fertilizantes para colza, mejores prácticas, productos adecuados, ensayos de campo y mucho más.

Asesoramiento para el cultivo de colza (Brassica napus L.)

  • La colza se desarrolla mejor a temperaturas de 10-25 °C, siendo la temperatura óptima para el crecimiento y la producción de 21 °C.

  • Las producciones más elevadas y seguras se consiguen en suelos con un pH de 5,7-7,0.

  • Este cultivo prefiere suelos de textura media, aunque prospera con éxito en suelos de muy variadas texturas, como limo o arcilla, pero se deben evitar los suelos arenosos.

  • La siembra se debe hacer lo antes posible para que la colza alcance el estado de roseta (6-8 hojas verdaderas) antes de las heladas invernales.

  • La colza no tolera las condiciones de saturación de agua, por lo que exige suelos bien drenados. Al seleccionar un lugar para la producción de colza, son importantes las consideraciones sobre rotación de los cultivos.

  • Para la producción de colza, es especialmente importante la fase de crecimiento que tiene lugar en otoño hasta el principio del inverno. El desarrollo y la superficie foliares por unidad de área de suelo (m² de superficie foliar por m² de área del suelo) son factores fundamentales para determinar la producción.

  • La colza absorbe el nitrógeno (N) en otoño de modo mucho más eficiente que los cereales de invierno y asume una función como cultivo de captación, reduciendo el riesgo de lixiviación de N a lo largo del invierno.

Cultivo de colza en hileras
Plantas de colza jóvenes

Aspectos generales: 

Nitrógeno: 

A menudo, se aplican 30-50 kg N/ha para favorecer el desarrollo del follaje de las plantas de colza más débiles o los rodales de cultivo heterogéneos. Se puede conseguir una combinación útil con fósforo y azufre. La absorción de N se puede estimar mediante la toma de muestras de biomasa al final de la etapa de desarrollo foliar o al inicio de la primavera; este factor será importante al calcular la cantidad de fertilizante de N en primavera. La colza puede absorber hasta 100 kg N/ha hasta finales de otoño. Por lo tanto, la colza absorbe N en otoño de modo mucho más eficiente que los cereales de invierno y asume una función como cultivo de captación, reduciendo considerablemente el riesgo de lixiviación de N a lo largo del invierno. 

En primavera, es una práctica común aplicar dos dosis de N: la primera al inicio de la fase de desarrollo foliar y la segunda en la fase de elongación del tallo. Esta aplicación dividida de N se lleva a cabo con fertilizantes a base de nitrato, amonio o urea. La aplicación de N en primavera también se puede efectuar en una sola dosis, preferiblemente con fertilizantes enriquecidos con azufre. Una buena estrategia sería aplicar nitrógeno mezclado con Polysulphate. Otra posibilidad, sería aplicar fertilizantes de liberación controlada, como Agromaster, en presiembra que nos aseguraría un aporte de nitrógeno gradual durante todo el ciclo.  

Fosfato: 

El fósforo (P) tiende a fijarse en los suelos, en contraste con otros macronutrientes. Las pérdidas de P se deben principalmente a la erosión de partículas del suelo por efecto del viento y el agua en zonas de suelo descubiertas. Una manera eficaz de evitar la pérdida de P es cubrir el suelo con un manto verde (con colza). Se puede fijar incluso el P totalmente disponible. Con un pH óptimo, la fracción más inestable de P se libera hacia la solución del suelo con mayor rapidez. El fosfato recién aplicado y absorbido ligeramente presenta mucha mejor disponibilidad para las plantas que las fracciones estables de fosfatos de aluminio/hierro o fosfatos de calcio. La colza puede absorber el fosfato con mucha facilidad, pero necesita P de refuerzo en otoño o primavera para acelerar el desarrollo del follaje. Para esto existe la posibilidad de aplicar Agromaster con fósforo encapsulado. 

Potasio: 

En la mayoría de los suelos es suficiente la aplicación del potasio en fondo antes de siembra. Una forma adecuada será el uso de PotashpluS que además aporta azufre, magnesio y calcio totalmente solubles. En primavera, la colza absorbe el mayor porcentaje de K durante la fase de elongación de los tallos. Por lo tanto, se debe tener en cuenta que en esta fase tengamos K suficiente. Por tanto, se deben aplicar fertilizantes de K hasta que se produzca dicha elongación de tallos. 

Magnesio: 

El magnesio (Mg) es esencial para la colza debido a que se trata del ion central de la clorofila y a que activa muchos procesos enzimáticos. Las plantas con deficiencia de Mg se encuentran principalmente en suelos de textura gruesa más ligeros, donde este elemento tiende a lixiviarse. En primavera, es adecuado aplicar diferentes fertilizantes de K que contengan Mg para cubrir las carencias de nutrientes. Los cultivos o las plantas de colza más débiles que soportan mayores pérdidas de follaje agradecen la aplicación de fertilizantes de Mg, especialmente tras el invierno. A menudo, también se combinan fitosanitarios con pequeñas dosis de sulfato de magnesio. 

Un aporte de Polysulphate en pre-siembra es la solución para que las necesidades de Magnesio en fases tardías se vean cubiertas. 

Calcio: 

El calcio (Ca) es fertilizante tanto para el suelo como para las plantas: los iones de calcio mejoran la estructura del suelo estableciendo puentes entre las partículas de materia orgánica y la arcilla, optimizando el volumen de los poros del suelo y la infiltración de agua, especialmente ante eventos de pluviosidad intensa, y aumentando la capacidad de retención de agua en el suelo. Además, la colza extrae del suelo cantidades de Ca de un nivel comparable. Si se presentan problemas estructurales en el suelo, incluso con un nivel suficiente de pH, se pueden aplicar fertilizantes de sulfato de calcio como Polysulphate en lugar de cal. 

Azufre: 

Debido a la extraordinaria reducción que se ha dado en las emisiones al aire de azufre (S), la colza empezó a presentar deficiencia de este elemento. La colza se caracteriza por una exigencia muy alta de S debido a la síntesis de ácidos grasos en la semilla, así como a la síntesis de proteínas con aminoácidos que contienen S. El contenido en aceite constituye un criterio fundamental para la fijación del precio de las semillas. Por consiguiente, muchos fertilizantes de N se combinan con sulfatos. También son muy útiles los fertilizantes de sulfatos de potasio o calcio. Por esto, Polysulphate es un fertilizante ideal para este cultivo, ya que aporta azufre que estará disponible durante todo el ciclo de cultivo. 

Con posterioridad al inicio de la floración, se puede evaluar el estado nutricional de la colza según el contenido de N y S de los tejidos. Como muestra para una planta, se recogen 20-30 hojas totalmente desarrolladas (300-500 g de masa fresca). El contenido mínimo recomendado es de 4,0 g N/kg de materia seca (MS) y 0,5 g S/kg MS. Valores inferiores indican al menos deficiencias latentes, que no se pueden corregir mediante dosis más altas de fertilizantes sólidos debido a que la acumulación de nutrientes precede al crecimiento de la materia seca. La aplicación foliar solo puede atenuar parcialmente las deficiencias. Por tanto, hasta que se produzca la elongación de los tallos, se deben aplicar determinadas cantidades de N y S debido a que la colza absorbe elevadas cantidades de nutrientes en un breve periodo, de varias semanas. Mediante el análisis de los tejidos, se puede evaluar además el estado de otros macro y micronutrientes. 

Eliminación de macronutrientes de la colza (kg/ha)

Eliminación de nutrientesRendimiento (toneladas FM/ha)

NP2O5K2OMgOCaOS
Semillas / paja3.0 / 5.1170751602512040
Semillas / paja4.0 / 6.82001002103015050

*MF = masa fresca 

 

Contenido recomendado de nutrientes de la colza al inicio de la antesis: 

Nutrienteg de nutriente
por kg de materia seca
N4.0 – 5.4
P0.32 – 0.66
K2.4 – 4.9
Mg0.19 – 0.39
Ca2.0 – 3.0
S0.5 – 0.9
B19 – 60 mg/kg DM
Mn22 – 150 mg/kg DM
Mo0.32 – 0.9 mg/kg DM

 

Absorción de nutrientes (N, P, K, Mg) por la colza en función de la etapa de desarrollo fisiológico (codificación BBCH conforme a Hack, 1993)

Micronutrientes y fertilización foliar 

Se pueden evitar las deficiencias latentes de micronutrientes en la colza (en concreto de boro, manganeso y molibdeno) mediante aplicación foliar de 500-600 g B/ha, 200-300 g Mn/ha y 30 g Mo/ha. La aplicación de B se divide en 150 g B/ha en otoño (4-6 hojas/planta), 300-450 g B/ha en la elongación de tallos y 75-150 g B/ha cuando aparecen yemas verdes (BBCH 51).
El boro es un micronutriente muy importante en la fertilización de la colza. Con la aplicación en otoño, el boro estimula la formación de raíces. El boro es un componente integral de las paredes celulares. Una buena nutrición de este elemento mejora la estabilidad de los tallos. El boro participa en la formación de polen y semillas. 

Con mucha frecuencia, en la colza, los micronutrientes se combinan como fertilizantes foliares con productos fitosanitarios y reguladores del crecimiento.
Los fertilizantes foliares se usan con frecuencia en los cultivos de colza y pueden potenciar el desarrollo de las plantas y su resistencia frente a factores abióticos (como sequía, calor, suelos fríos) y bióticos (como plagas y enfermedades). Sin embargo, las aplicaciones foliares no pueden sustituir al uso de suficientes abonos de fondo sólidos. Debemos tener en cuenta que hay fertilizantes que contienen cantidades pequeñas, pero importantes de este elemento como es el caso de Polysulphate.

Ensayos en colza

Polysulphate en colza
West Broomehill, Australia Occidental, 2021

37

Aumento de la producción
Polysulphate en colza
Hubei, China

42

Aumento del rendimiento
Polysulphate en colza
Reino Unido, 2018

33.6

Aumento de la producción

Preguntas frecuentes

Estas son algunas preguntas que suelen hacernos los agricultores sobre la colza.

  • La colza o canola es un cultivo anual que se desarrolla en rotaciones de tres o cuatro años. Por consiguiente, se deben aportar los nutrientes al inicio de cada ciclo de crecimiento.

  • Es preferible optar por fertilizantes sólidos y añadir fertilización foliar como suplemento. La fertirrigación es poco habitual en colza.

  • El mejor ratio K:Mg del fertilizante para la colza es de aproximadamente 9:1. Lo cual coincide aproximadamente con el balance del PotashpluS

  • Cuando se produce el desarrollo de la vaina, tiene lugar una absorción muy alta de Mg que favorece la longevidad del área foliar. Las plantas de colza reaccionan a la deficiencia de Mg con reducción del área foliar y clorosis intervenal en hojas antiguas en los casos graves 

    La deficiencia de azufre se detecta principalmente en hojas jóvenes o flores de color amarillo claro a blanco. El azufre favorece el desarrollo del cultivo y reduce las pérdidas de plantas a lo largo del invierno. El azufre mejora la floración y también la maduración. Así, ayuda a aumentar la producción y el contenido de aceite de las semillas.

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