Las ventajas de Polysulphate para el cultivo de girasol

Por su sistema radicular con alta capacidad de exploración, el cultivo de girasol no requiere de grandes aportaciones de fertilizantes para su desarrollo, aunque éstas son imprescindibles para conseguir altos rendimientos y de mayor calidad.

Como se puede ver en la tabla siguiente, la demanda de nutrientes del cultivo es similar en cuanto a nitrógeno y potasio, y menor para el fósforo.

Para una mejor gestión del nitrógeno, es recomendable hacer aportaciones iniciales inferiores para concentrar su aplicación en cobertera una vez establecido el cultivo.

¿Qué beneficios aporta Polysulphate a la nutrición del girasol? 

Polysulphate contiene azufre de disponibilidad prolongada. Este elemento esencial interviene, entre otras funciones, en la formación de lípidos aumentando el contenido en aceite de los granos. 

Polysulphate contiene potasio de fácil asimilación. Este nutriente interviene en la regulación del balance de agua y es un determinante de la producción. 

Polysulphate aporta magnesio, elemento que puede ser limitante en la actividad fotosintética. 

Polysulphate es un fertilizante con bajo índice salino. Debido a su patrón de disolución, aporta una menor competencia por el agua disponible en el suelo, por lo que, en primaveras no muy lluviosas, es una ventaja para conseguir una buena cosecha. 

Polysulphate puede aportarnos boro, un importante microelemento para el cultivo del girasol, ya que interviene en la síntesis de la lignina y las sustancias pécticas, contribuyendo de forma importante al desarrollo de la raíz. 

Con una dosis del fertilizante Polysulphate de 50 Kg por 1.000 Kg de producción esperada, quedan cubiertas las necesidades para todo el ciclo del cultivo de azufre, magnesio y calcio, y de una parte importante y de fácil asimilación del potasio.

Polysulphate garantiza la nutrición de los cultivos de girasol y permite obtener grandes cosechas frente a condiciones climáticas adversas.