Agromaster con Polysulphate, la combinación perfecta para cereal
La fertilización de los cultivos agrícolas es una de las áreas donde más se está incidiendo en la necesidad de un uso sostenible y controlado de los nutrientes que se aportan al suelo. Para responder a estas exigencias, tanto regulatorias como de toda la cadena agroalimentaria, los productores necesitan nuevas soluciones para poder aportar los nutrientes que necesitan las plantas de forma eficiente, precisa y sostenible.
En este sentido, ICL ha dedicado un gran esfuerzo en los últimos años para desarrollar sus diferentes gamas de fertilizantes exclusivos que, a través de la innovación, consiguen aportar los nutrientes que necesitan los cultivos de forma gradual, fijándolos en el suelo cerca de las raíces, ayudando a la nascencia adecuada de las plantas, a su buen desarrollo y sanidad, consiguiendo así mayores producciones y de mejor calidad.
Para el cultivo del cereal, ICL lleva varios años ensayando en campo, junto a agricultores de las diferentes zonas productoras, programas nutricionales basados en sus gamas Agromaster y Polysulphate, que se han revelado como la combinación perfecta a la hora de mejorar las producciones, la calidad del cereal y, lo que es más importante, la sostenibilidad del cultivo con un excelente perfil medioambiental, al usar innovación y nutrientes naturales que dan la máxima eficiencia con una menor aplicación de fertilizantes.
La tecnología de Agromaster junto a un abono natural como Polysulphate
Agromaster es una de las gamas punteras de ICL en su apuesta por los fertilizantes de liberación controlada (CRF), que se aplican de forma localizada junto a la semilla y que tienen un porcentaje encapsulado tanto del nitrógeno como del fósforo. Es muy importante que el nitrógeno dure hasta la aplicación de la cobertera y, también, evitar que el fósforo aplicado no se bloquee en el suelo por un pH elevado. Para ello, Agromaster aporta la tecnología de encapsulado E-Max, que asegura la liberación del nitrógeno y del fósforo de forma gradual a lo largo de todo el ciclo del cereal.
Por su parte, el fertilizante natural Polysulphate, exclusivo de ICL, incorpora en cada gránulo los cuatro nutrientes básicos que necesitan los cultivos (azufre, potasio, magnesio y calcio) con un modo de acción que asegura su disponibilidad constante y prolongada en el cultivo.
Es importante destacar que la disponibilidad de tres de estos nutrientes está directamente relacionada con la salud de la planta y la mejor resistencia al estrés: el Azufre aporta funciones de defensa y detoxificación; el Calcio le da permeabilidad en la membrana y mejora la asimilación de nutrientes; y el Potasio otorga una regulación estomática, firmeza, estructura de las células y mayor producción.
Lo que hace que Polysulphate sea un fertilizante revolucionario e innovador es que se presenta en su estado natural y no es necesaria la separación química ni otros procesos industriales. Por esta razón, estamos ante un fertilizante natural verdaderamente sostenible, respetuoso con el medio ambiente y que realmente ayuda a los productores a reducir la huella de carbono de la agricultura.
Resultados excepcionales en crecimiento producción y calidad de los cultivos
Como hemos comentado, ICL está realizando ensayos de campo en todo el mundo y en particular en España, viéndose cómo la combinación de Agromaster con Polysulphate es la combinación perfecta para conseguir el reto más importante al que nos enfrentamos los responsables de la producción de alimentos: maximizar la producción, pero de forma sostenible.
Hay que destacar que con la tecnología de liberación controlada nos aseguramos una menor pérdida de nitrógeno y fósforo a lo largo del ciclo, un beneficio que se ve potenciado por la sinergia que produceel fertilizante natural Polysulphate al asegurar una disponibilidad prolongada en el tiempo del Azufre, necesario para que la asimilación del resto de nutrientes sea maximizada.
Por último, los agricultores que están usando ya Agromaster con Polysulphate las últimas campañas destacan sus múltiples ventajas, como la versatilidad de su uso para gran variedad de cultivos y diferentes tipos de suelo y clima; la flexibilidad en la aplicación, ya sea al voleo o en banda para una aplicación de precisión; el no tener pérdidas por lixiviación, fijando los nutrientes en el suelo; su alta uniformidad y densidad; la cobertura uniforme que asegura tener los cuatro nutrientes esenciales para las plantas; su seguridad al tener muy bajo índice salino; y el tener un pH neutro.