Fertilización localizada en los cereales de invierno
Una buena estrategia de abonado con fertilizantes encapsulados nos puede ayudar claramente en la lucha contra las malas hierbas y nos proporciona una buena implantación del cultivo
Llegando estas fechas de finales de septiembre y primeros de octubre, en las que tenemos que empezar las labores de siembra, el agricultor empieza a pensar si las condiciones climatológicas se lo van a permitir, así como en los tratamientos herbicidas a realizar y las labores previas para poder purgar los suelos de las semillas y las malas hierbas (amapola, ballico, bromo, etc.) que cada vez son más resistentes a muchas de las materias activas de los herbicidas que encontramos en el mercado.
Tenemos que tener en cuenta que, como nos comentan muchas de las empresas que comercializan herbicidas, hay que luchar contra estas malas hierbas resistentes desde varios enfoques y, uno de ellos, es la fertilización en la siembra. Si realizamos abonados a toda la superficie, sin localizar el fertilizante, estamos favoreciendo la proliferación de estas malas hierbas sobre nuestras parcelas. Lo más indicado, por tanto, es fertilizar y nutrir el cultivo que vamos a implantar y que este sea el único que reciba el aporte de nutrientes.
En este sentido, cada día vemos una mayor proliferación de modelos de sembradoras combinadas que nos permiten realizar la labor de siembra conjuntamente con la labor de fertilización. En nuestra larga experiencia con la utilización de este tipo de sistema de siembra, incluida la siembra directa combinada, vemos que el control de las malas hierbas es más efectivo, al mismo tiempo que obtenemos mejores resultados con respecto a la calidad de siembra y una mejor calidad de plántula preparada fisiológicamente para recibir una cobertera idónea.
Pero siempre tenemos las mismas preguntas que nunca terminan de responderse y al final se terminan haciendo los mismos errores todos los años. Por ello debemos realizar algunas aclaraciones a las preguntas que año tras año nos formulan: ¿Qué tipo de fertilizante usar en la siembra y de qué forma aplicarlo?.
Tipos de fertilizante para usar en las siembras
Primero tenemos que tener en cuenta que el abonado de siembra bien aplicado y elegido representa entre el 30-40% de la producción final de nuestro cultivo de cereal de invierno. El 60-70% del abonado corresponde a una buena elección del fertilizante de cobertera y, sobre todo, a una buena aplicación en el estado fenológico de la planta para que este sea lo más efectivo posible.
Desde ICL nuestra recomendación es utilizar un fertilizante de siembra de forma localizada, junto a la semilla, y que este fertilizante tenga una parte del nitrógeno y fósforo de forma controlada, lo que denominamos “Fertilizantes de Liberación Controlada”. Es muy importante que el nitrógeno nos dure hasta la aplicación de la cobertera y, también, que el fosforo aplicado no se bloquee en el suelo por un pH elevado. Para ello hemos diseñado la nueva Tecnología E-Max, específica para el encapsulado de nitrógeno, y la Tecnología Resin, que nos permite encapsular el MAP (fosfato monoamónico). Ambas tecnologías son la clave para que la liberación controlada de estos nutrientes sea eficaz y duradera.