Importancia de los bioestimulantes para una agricultura sostenible

Los bioestimulantes ofrecen a los agricultores nuevas oportunidades para una producción sostenible y de calidad.

Febrero 5, 2025
4 mins
Eduardo Lopes Cancellier, ICL Biostimulants Agronomy Specialist
Brasil

Los bioestimulantes son una herramienta muy valiosa para los agricultores. Ofrecen nuevas soluciones para mejorar el crecimiento de los cultivos, a la vez que promueven una agricultura sostenible. Al utilizarse junto con fertilizantes y otros insumos agrícolas, los bioestimulantes ayudan a crear unas condiciones agronómicas más equilibradas y eficaces para un crecimiento sostenible de los cultivos.

¿Qué son los bioestimulantes?

Los bioestimulantes son sustancias o microorganismos que mejoran los procesos naturales para potenciar el crecimiento y la salud de las plantas. Los bioestimulantes funcionan de diversas maneras pero, en términos generales, potencian la absorción de nutrientes, mejoran la tolerancia al estrés y estimulan el desarrollo de las plantas. A diferencia de los fertilizantes, que aportan nutrientes directamente, los bioestimulantes generalmente no incluyen nutrientes. En cambio, ayudan a las plantas a aprovechar mejor los recursos existentes y a tolerar o recuperarse de cualquier estrés abiótico que puedan sufrir.

Seis razones para considerar el uso de bioestimulantes

Esta lista de seis razones ayuda a explicar el valor de los bioestimulantes y demuestra por qué los agricultores deberían considerar su uso en la producción agrícola para mejorar la sostenibilidad.

Facilidad de uso

Los bioestimulantes son fáciles de incorporar a las rutinas agrícolas ya existentes. Los diferentes bioestimulantes de ICL se pueden aplicar como un tratamiento de las semillas; mediante inyección en el surco durante la siembra; mediante sistemas de fertirrigación; como pulverización al voleo sobre el suelo; o como pulverización foliar. Por ello, son fáciles de usar y no requieren equipos especiales ni técnicas inusuales para su aplicación. Esta comodidad representa una verdadera ventaja frente a otros productos que pueden requerir cambios significativos en las prácticas agrícolas para mejorar la sostenibilidad.

 

Funcionan para cualquier cultivo y en cualquier etapa

Los bioestimulantes son flexibles. Existen bioestimulantes ICL para todo tipo de cultivos y etapas de crecimiento. Algunos son específicos para cada cultivo o están diseñados para su aplicación en una etapa específica, mientras que otros son más versátiles y proporcionan un impulso cada vez que se aplican. Esto los convierte en una herramienta valiosa para los agricultores que buscan mejorar la sostenibilidad.

Y, lo que es más importante, todos los sistemas agrícolas pueden utilizar bioestimulantes. A diferencia de muchas otras prácticas sostenibles, que solo son apropiadas para sistemas agrícolas específicos, los bioestimulantes ofrecen una solución universal. Esta flexibilidad significa que todos los agricultores pueden adoptar bioestimulantes, independientemente de lo que cultiven, su forma de cultivo o la zona del mundo donde tengan su explotación.

Aumenten la eficiencia en el uso de nutrientes

Los bioestimulantes ayudan a que los fertilizantes funcionen mejor. Al mejorar la absorción de nutrientes por parte de las plantas, los bioestimulantes potencian la eficacia de los fertilizantes, lo que ayuda a reducir el desperdicio de nutrientes y permite a los agricultores obtener mejores resultados con menos recursos. Esto está en consonancia con los objetivos de la agricultura sostenible, incluidos los descritos en la estrategia “De la granja a la mesa” del Pacto Verde Europeo.

 

Soluciones rentables

Los bioestimulantes son una inversión inteligente. Su costo por hectárea es relativamente bajo, pero ofrecen un rápido retorno de la inversión. Los bioestimulantes pueden mejorar la germinación de las semillas, impulsar el crecimiento del sistema radicular, aumentar la eficiencia en el uso de nutrientes, aumentar la formación de flores y la retención de vainas, y acelerar la recuperación de las plantas tras el estrés. Todas estas acciones hacen de los bioestimulantes una valiosa herramienta agrícola.

 

Mejoran la fotosíntesis y aumentan el almacenamiento de carbono

Los bioestimulantes ayudan a las plantas a realizar la fotosíntesis de forma más eficaz. Como resultado, las plantas pueden capturar más carbono del aire, impulsando el crecimiento y el rendimiento de los cultivos. Sin embargo, mejorar la fotosíntesis ofrece más beneficios que el simple aumento del rendimiento de los cultivos.

Los cultivos incorporan carbono al suelo a través de diferentes procesos, incluyendo la exudación de compuestos ricos en carbono desde sus raíces al suelo circundante. Además, al aumentar el contenido de carbono de la biomasa aérea y del sistema radicular, se puede incorporar más carbono al suelo en la cosecha. Con ello, ayudamos a mejorar la salud del suelo, aportando una gama más amplia de beneficios a los cultivos y al medio ambiente.

Aumente el rendimiento y reduzca la huella de carbono

Al ayudar a los cultivos a crecer mejor y a utilizar los recursos de forma más eficiente, los bioestimulantes aumentan el rendimiento. Esto reduce la huella de carbono de la agricultura. Estos beneficios resaltan un aspecto importante del uso de bioestimulantes: aumentar la productividad agrícola y mejorar la sostenibilidad.

Estos seis puntos muestran cómo los bioestimulantes son una opción inteligente para los agricultores que desean aumentar su productividad, mejorando la calidad de sus cultivos y respetando el medio ambiente. Los bioestimulantes son prácticos, flexibles, eficaces y sostenibles. No dude en conocer la nueva gama de bioestimulantes de ICL para descubrir cómo incorporarlos a su sistema agrícola.