Ensayos con fertilizantes de liberación controlada

La longevidad de los fertilizantes encapsulados se indica habitualmente para una temperatura media de 21 °C. La longevidad y el patrón de liberación son factores importantes para conocer el funcionamiento de un fertilizante. Hemos realizado estudios independientes en los que se han analizado diferentes escenarios. Por ejemplo, en un escenario se observa cómo la tasa de liberación puede ser demasiado rápida durante los primeros meses. Los niveles de CE demasiado altos al inicio no proporcionan un buen crecimiento. En otro escenario, la liberación de nutrientes es baja al final de la temporada. Si la cantidad de nutrientes disponibles en la etapa final no es suficiente, se necesitará aplicar una cantidad extra de fertilizante.

Efectos en el medio ambiente

El impacto en el medio ambiente durante la producción es un aspecto fundamental y el patrón de liberación es importante. Se producen menos pérdidas de nitrógeno y fosfato si los nutrientes se liberan justo en el momento en que la planta los necesita. La minimización del impacto ambiental y la supresión de pérdidas por lavado son muy importantes para el consumidor. Esto se puede conseguir dosificando los nutrientes en cantidades que puedan ser absorbidas por la planta diariamente.

En la práctica, se subraya con frecuencia el papel del nitrógeno en la nutrición de las cosechas y se otorga un papel secundario al fósforo y el potasio. Los papeles desempeñados por los micronutrientes y el calcio no deberían subestimarse como complementos al NPK. En los ensayos de investigación realizados por ICL Specialty Fertilizers, se han obtenido los siguientes hallazgos en cuanto a micronutrientes, calcio y potasio.

Micronutrientes

Los micronutrientes son especialmente importantes en los procesos de fotosíntesis en las cosechas. Estos elementos ayudan a la planta a absorber nitrógeno. En los cultivos de árboles en vivero, los micronutrientes suelen ser difíciles de absorber debido a las temperaturas relativamente bajas al inicio de la primavera y también a los habituales niveles altos de pH.

Los estudios llevados a cabo en Alemania en los últimos años han demostrado que un aporte continuo de hierro en el área de la raíz es importante para la absorción de este elemento. Las plantas procesan el hierro más fácilmente cuando está disponible en pequeñas cantidades diariamente que si se aplica más cantidad una vez a la semana. Además, la forma en la que se realiza la aplicación del micronutriente es importante para su efectividad. Los sustratos basados en turba (comppuesto para macetas) con micronutrientes ligados a sulfatos son preferibles a los ligados a quelatos (como EDTA, DTPA y EDDHA). Los quelatos se pierden por lavado rápidamente ya que no se unen a la turba. Por consiguiente, los micronutrientes ligados a quelatos no proporcionan efectos prolongados. Los productos ligados a sulfatos sí se enlazan al complejo de turba. Hay que tener en cuenta la selección y la composición del compost. Los céspedes ornamentales y los arbustos perennes responden muy bien a los aportes extra de la fertilización con micronutrientes.

Absorción de calcio

En el cultivo de arbustos y plantas perennes en macetas, el crecimiento compacto es importante, en combinación con un buen color y un buen enraizamiento. El patrón de crecimiento de la mayoría de las plantas demanda un plan de fertilización que tenga en cuenta todos los factores decisivos. Los valores de CE en la maceta durante las primeras semanas deben ser limitados, para proporcionar el enraizamiento óptimo.

Las sales en cantidades limitadas durante los primeros tres meses de cultivo aseguran un crecimiento inicial correcto y unas raíces fuertes. Hay que tener en cuenta que el calcio es un elemento que a la planta le cuesta absorber. La mayoría de los cultivos solo absorben este elemento gracias a la evaporación que se realiza por las hojas. Por tanto, un aporte suficiente de calcio durante la primera etapa de crecimiento es de suma importancia. Se debe procurar una buena distribución del calcio entre las raíces del cultivo. Además, se puede obtener una absorción óptima estabilizando los picos en el clima del invernadero y en el agua de riego tanto como sea posible durante la primavera.

Potasio para un crecimiento compacto

En la segunda etapa de la temporada de crecimiento, cuando el desarrollo de la raíz está en pleno auge, las plantas necesitan mucho nitrógeno para desarrollar las proteínas necesarias para el crecimiento. Si se desea conseguir un crecimiento compacto, es mejor decantarse por un fertilizante con un alto contenido en potasio. Un ratio de nitrógeno a potasio de aproximadamente 1:2 asegura una planta robusta con un crecimiento gradual. Por otra parte, se debe proporcionar más magnesio al mismo ritmo que el de aporte de calcio adicional. Estos elementos pueden competir el uno con el otro y acabar desplazándose, por lo que un nivel alto de calcio podría producir falta de magnesio.

Diferencias en la liberación de los fertilizantes producen diferentes niveles de calidad en Prunus. Si un producto funciona demasiado rápido o demasiado despacio, la planta crecerá peor (calidades segunda y tercera de la imagen).

Estudios de ICL

Los productos de ICL se estudian en las instalaciones de ensayos de la propia empresa en los Países Bajos, con el objetivo de mejorar continuamente los productos. Además, los productos participan en estudios de varios años que realizan institutos independientes en distintos lugares de Europa. La elección de los cultivos se personaliza según el objetivo de cada ensayo. También es muy importante excluir en la medida de lo posible factores externos, como la susceptibilidad a enfermedades. Se muestran a continuación algunos ejemplos:

Para observar las diferencias en la liberación de nutrientes entre fertilizantes, se suelen utilizar especies muy sensibles al nitrógeno como Lonicera (madreselva), Spiraea, Prunus, coníferas y perennes;

> Para realizar ensayos sobre la fertilización con hierro, se utilizan especies sensibles a este elemento como Imperata y Carex. Los Cytisus y las plantas de la familia del bambú también requieren grandes cantidades de hierro.

> En los ensayos que estudian la sensibilidad a la sal o de la raíz, se incluyen especies como: Ericaceae (Pieris, Calluna [brezo], Leucothoe), Rhododendron, Hypericum y Cotoneaste.