Los secretos tras las semillas
Simon Taylor, director de desarrollo de negocio y de productos de semillas de hierba en ICL, analiza el desarrollo del catálogo de semillas de hierba de ICL.
Simon trabaja en el sector de las semillas de césped desde 1986, tras haberse graduado en el ámbito de la agricultura. Durante 23 años, Simon trabajó en una empresa del sector de las semillas de césped en el Reino Unido, donde empezó como comercial y llegó a ser el director. Después, pasó a desempeñar una función más orientada a Europa durante casi tres años y ahora, desde 2012, lidera la unidad de negocio de semillas de césped en ICL.
«Soy responsable de la gestión internacional del programa de semillas de césped. Esto conlleva trabajar con colaboradores clave de Estados Unidos y Europa para elaborar un catálogo de diversas variedades de entre todas las especies de césped. Nuestros clientes están radicados en toda Europa y en el resto del mundo, por lo que debemos considerar condiciones climáticas y aplicaciones de clientes finales muy variadas. Nuestra actividad se orienta a ofrecer soluciones como parte de un paquete integrado, de modo que, combinando las mejores semillas de césped con la tecnología de fertilización más avanzada, podemos crear superficies deportivas naturales que se encuentran entre las mejores del mundo».
«Cuando me incorporé a ICL, el catálogo de semillas era de origen estadounidense en un 100 %, derivado del programa Scotts. En aquella época, Scotts vendió sus derechos comerciales en Europa a ICL. Sin embargo, se puso fin a la continuidad del catálogo de semillas de Estados Unidos. A lo largo de los últimos 5 años, el catálogo ha cambiado drásticamente. No solo hemos introducido mejores variedades, sino que, además, hemos dividido el programa a partes iguales entre genética estadounidense y europea. Esto ha dado lugar a una oferta mucho más fácil de adaptar a los clientes finales, para ayudarles a afrontar los retos a los que se tienen que enfrentar sobre el terreno. Los cambios que hemos incorporado en nuestra unidad de negocio han ido acompañados de un crecimiento constate año tras año, lo que considero un testimonio de la calidad de nuestros productos. Esto es de lo que más orgulloso me siento».
Selección de las mejores variedades de césped para lograr unas prestaciones superiores
Entonces, ¿qué procedimiento seguimos para desarrollar y seleccionar las mejores variedades nuevas de césped? ICL ha adoptado un enfoque proactivo, que consiste en seleccionar y someter a ensayos diversas variedades para césped nuevas entre todas las especies importantes, con la colaboración de empresas privadas especializadas en mejora, como Mountain View Seeds en Estados Unidos y Den Haan Zaden en Países Bajos.
«Estos colaboradores nos han propuesto un abanico de nuevas posibilidades. Anualmente, se recolectan miles de plantas individuales para continuar diversificando la base genética del programa de mejora y selección de céspedes. Esto, combinado con el intercambio de material con la prestigiosa entidad Rutgers University Center for Turfgrass Science de Nueva Jersey, incrementa aún más la posibilidad de obtener nuevas variedades interesantes. El objetivo es desarrollar variedades que puedan adaptarse a un espectro de condiciones ambientales más amplio y a diferentes estilos de gestión».
Los céspedes del catálogo de ICL adoptan cualidades positivas de sus fuentes genéticas tanto estadounidenses como europeas. De este modo, se pueden crear mezclas de semillas con un enfoque de amplio espectro, esencial para hacer frente a la diversidad de las regiones de Europa. Por este motivo, las variedades se someten a ensayos en los Países Bajos, no solo como demostración de cara a los clientes, sino también con el fin de elucidar qué variedades son más compatibles para crear las mejores mezclas para la gama de semillas ProSelect.
«Creemos tener cierto nivel de control sobre el cambio climático, pero lo cierto es que no controlamos nuestra meteorología cambiante y, en este sentido, todo responsable de césped necesita tener la seguridad de que sus mezclas de semillas y variedades individuales podrán hacer frente a todo lo que se les venga encima. El objetivo siempre es obtener las mejores prestaciones globales: resistencia a sequías y enfermedades, adaptación a climas diversos, tolerancia al uso deportivo intenso y atractivo visual. Cada vez es mayor la demanda de superficies de césped natural en instalaciones deportivas de uso intensivo. Además, tienen que presentar un aspecto impecable por televisión», comenta Simon.
«A lo largo de mi carrera, el término “sostenibilidad” ha aparecido en múltiples ocasiones. La propia palabra puede significar cosas distintas dependiendo de las circunstancias. Para algunas personas, sería la agradable sensación de poner un granito de arena por el planeta. Pero, en el caso de la gestión de un césped natural para instalaciones deportivas, se trata de una actividad económica y, como tal, la sostenibilidad presenta una cara diferente. Se trata de ofrecer una superficie de la mejor calidad posible en términos económicos, al mismo tiempo que se actúa de manera responsable respecto al medio ambiente. En definitiva, los jugadores de golf y de fútbol quieren el mejor césped para jugar».
«Desde la perspectiva del césped, ¿podemos hacer cambios radicales para que los céspedes sean más sostenibles medioambientalmente? ¡Probablemente no! La mejora y selección de céspedes es una ciencia lenta. Crear una variedad nueva puede llevar unos 10–15 años y el proceso de mejora y selección tradicional de plantas solo progresa en pequeños incrementos. Donde sí podemos actuar es en la disponibilidad de variedades de césped con mejor resistencia a las enfermedades y, por consiguiente, menor necesidad de tratamiento con fungicidas. Del mismo modo, necesitamos variedades con mayor tolerancia a la sequía dado que, en todo el mundo, el riego es una actividad cada vez más costosa y restringida. En este plano es donde veo el mayor cambio».
A corto plazo, Simon considera que son los responsables del césped y el sector quienes tienen en mayor medida la llave del cambio. «Las mayores mejoras que se pueden lograr se encuentran en el plano de la gestión. Aplicar un enfoque integrado en la gestión del césped supone la capacidad de prevenir muchos problemas y, así, eliminar la necesidad de aplicar herbicidas y fungicidas. Afortunadamente, el conocimiento del césped como planta y de sus necesidades básicas mejora día a día entre las empresas y los clientes finales».
Ensayos con todas las especies
Con tantos aspectos relativos a la evaluación de un césped que se han de tener en cuenta, es importante colaborar en ensayos independientes nacionales, así como disponer de un programa de ensayos propio. «Gusten o no gusten, los ensayos independientes nacionales en céspedes son esenciales para su evaluación. El NTEP (programa nacional de evaluación de céspedes de Estados Unidos) es un sistema completísimo que recopila datos de la mayoría de los estados del país, pero que presenta un punto débil desde mi punto de vista, y es que se basa en mucha mayor medida en la evaluación de los deportes de verano. En el sur de Europa, estos céspedes son perfectamente aptos para estadios deportivos y campos de golf. Sin embargo, en las regiones del norte, más frías y con menos luminosidad, los criterios de selección deben ser totalmente distintos, especialmente para los céspedes sometidos a un uso intensivo».
La mayoría de los países tienen sus propios programas de ensayos para céspedes, que pueden usarse como referencia para estimar el rendimiento de los céspedes, aunque, según opina Simon, no existe una alternativa para saber qué funcionará mejor en cada caso particular. «En ICL, nos gusta trabajar con los clientes para desarrollar ensayos in situ que permitan saber cuál es la mejor alternativa en cada caso. Por otro lado, en los Países Bajos realizamos nuestros propios ensayos de evaluación de céspedes como parte de un programa de cribado de variedades, para poder valorar si merece la pena incluir una variedad en nuestro catálogo. Esto significa que sometemos a ensayos todas las especies y, de ellas, 40–50 variedades, es decir, ¡alrededor de 200–300 líneas de variedades diferentes para evaluar!».
Nuevas variedades de semillas de césped interesantes
Simon utiliza los ensayos como base para formular las mezclas ProSelect, combinando diferentes variedades complementarias para crear un césped consistente de altas prestaciones. «Hasta ahora, el sector no nos ha visto como un proveedor clave para céspedes. Creo que se debe a la existencia de empresas establecidas desde hace mucho tiempo en el mercado, que cuentan con un historial y una presencia de marca que abarca décadas. Nosotros estamos presentes en este ámbito solo desde hace 10 años. Y es en este punto donde interviene ProSelect. Vea nuestro catálogo, le sorprenderá gratamente descubrir interesantes variedades nuevas que superarán sus expectativas».