Plan completo de nutrición para el cultivo de fresa

El cultivo de fresa necesita un completo plan de abonado que asegure un correcto trasplante, un crecimiento activo y la calidad del fruto.

Mayo 25, 2022
10 mins

ICL cuenta con soluciones con la más alta tecnología para un abonado eficiente y sostenible en todas las fases del cultivo, con abonos encapsulados como Agroblen, los fertilizantes ecológicos Flecotec o Polysulphate, la tecnología PeKacid para fertirrigación, la gama de foliares Agroleaf o el agente humectante H2Flo.

El cultivo de la fresa en España supone dos mercados diferenciados. El cultivo propiamente dicho para la obtención de frutos para consumo fundamentalmente en Huelva y la producción de plantas en los llamados viveros de altura en Castilla y León.

La fresa cultivada pertenece al género Fragaria, dentro de la familia Rosaceae, tribu Rosaceae o Potentilleae y es un cultivo que necesita unas condiciones agroclimáticas para multiplicarse vegetativamente de un modo adecuado. Aunque posee gran capacidad de adaptación, sólo produce órganos florales entre ciertos límites climáticos bastante constantes. Se adapta a casi todas las temperaturas entre los 15ºC y 35ºC, pero las temperaturas ideales para la fructificación están entre los 15ºC y 20ºC de media anual. Además, las plantas de fresa crecen y producen bien en suelos de texturas arenosas, arenolimosas o franco-arenosos. No son particularmente sensibles al pH, sin embargo, producen mejor a un pH de 5.8 a 6.5 con presencia de caliza activa en porcentaje inferior al 1% y contenido en el ión Boro inferior a 1,25 mg/l.

Por último, el cultivo de la fresa es muy sensible a la mala calidad de las aguas de riego y, especialmente, muestra una apreciable disminución de la cosecha con el incremento de la salinidad del agua (óptimo 0,8 a 1 mS/cm).

 

 

Necesidades nutricionales del cultivo

 

En el cultivo de la fresa el nitrógeno es fundamental para un adecuado desarrollo vegetativo, etapa de floración y de fructificación. Un exceso de abonado puede dificultar la fecundación, favorecer el desarrollo de hongos por favorecer excesivamente el crecimiento vegetativo y disminuir la firmeza y calidad de los frutos. En cambio, su deficiencia ocasiona pérdida de vigor y se manifiesta con amarilleamientos en las hojas más viejas.

El fósforo es esencial en los procesos fisiológicos de transferencia de energía. El exceso de abonado repercute en la absorción de otros nutrientes como son el cobre, hierro y zinc, y ocasionar irregularidad de tamaño del fruto al aumentar el número de escapos florales. Las deficiencias se manifiestan con el enrojecimiento en el envés de las hojas, provocan retrasos en la maduración, pérdidas en la calidad y reducción de rendimiento.

El potasio es esencial para una óptima calidad organoléptica del fruto y está relacionado con la mayoría de procesos metabólicos de la planta. El exceso de abonado provoca antagonismo con otros nutrientes como son el calcio, manganeso y zinc. Las carencias se manifiestan en forma de ennegrecimientos del nervio central y márgenes de los foliolos que van progresando hacia el interior de las hojas.

El magnesio es el elemento central de la molécula de clorofila. El exceso de aportaciones se relaciona con carencias de calcio y potasio y las deficiencias provocan necrosis en hojas y bajadas de rendimientos.

El calcio juega un papel insustituible fundamentalmente como elemento esencial de cohesión y permeabilidad de la pared celular. El exceso de abonado induce problemas de absorción de fósforo, potasio y hierro; las deficiencias provocan unas necrosis características en el ápice de los foliolos (tip-burn) y se relaciona principalmente con bajadas de consistencia de los frutos.

La curva de absorción de nutrientes determina las cantidades extraídas por la planta en su ciclo de vida. Con esta información es posible conocer las épocas de mayor absorción de cada nutriente y definir un programa de fertilización adecuado para el cultivo, en el que se considere tanto la cantidad y calidad del fertilizante como la época idónea para hacer las aplicaciones. Así, se identifican tres etapas críticas de acumulación en fresa: trasplante, crecimiento activo y formación de estolones y fructificación. La mayor absorción de nutrientes se presenta durante la producción de frutos.

 

 

La importancia del abonado de fondo

 

Tanto en producción de planta en vivero como para garantizar el correcto enraizamiento y una entrada pronta en etapa de crecimiento vegetativo de las plántulas recién trasplantadas necesitamos un fertilizante que nos permita un ajuste perfecto entre el suministro y la demanda de nutrientes que, aunque no muy elevada, necesitamos asegurar unas óptimas condiciones teniendo especial cuidado con el incremento de conductividad que podamos ocasionar.

La mejor alternativa es el uso de fertilizantes de liberación controlada, diseñados para minimizar los incrementos de conductividad, disminuir las pérdidas por lavado y conseguir mayor homogeneidad del cultivo. ICL lleva 50 años desarrollando la tecnología para ofrecer estos abonos de liberación controlada (CRF) que son más rentables y eficientes, como es el caso de Agroblen con una fórmula diseñada específicamente para el cultivo de fresa, que aporta los nutrientes necesarios para un resultado óptimo, de una manera segura y eficiente, manteniendo una conductividad idónea durante todo el ciclo gracias a la fiabilidad de su encapsulado, evitamos el lavado de nitrógeno y los picos del mismo, consiguiendo reducir la huella de carbono y plantas  más sanas.

Por las características de este cultivo, es además necesario el aporte de materia orgánica, ya que se trata de suelos arenosos donde la capacidad de retener nutrientes es muy limitada. Con los aportes de Flecotec Green Veg mejoramos las características físicas y químicas del suelo. Su aplicación continuada contribuye al aumento de la capacidad de intercambio catiónico del suelo y mejora de su estructura favoreciendo su capacidad de retención de agua. Además, ejerce un efecto bioestimulante y potenciador del desarrollo radicular, incrementa el desarrollo y también la actividad de la flora microbiana, lo que contribuye en una mayor asimilación de los nutrientes.

También ICL ha añadido a su catálogo su fertilizante natural Polysulphate, exclusivo de la compañía, que aporta potasio, azufre, magnesio y calcio en una formulación totalmente soluble al agua y con un patrón de solubilización que asegura una disponibilidad de estos nutrientes durante todo el ciclo del cultivo. El aporte en fondo de Polysulphate nos asegura una disponibilidad prolongada en el ciclo de cultivo de los principales elementos nutricionales (Azufre, Calcio, Potasio y Magnesio), lo que nos dará tranquilidad al saber que las plantas dispondrán de estos elementos y mejorará la calidad de los frutos. Además, por su bajo índice salino, Polysulphate es especialmente indicado para este cultivo sensible a la salinidad.

 

Abonado de cobertera con fertirrigación

 

Debe ser una aplicación continua y fraccionada durante la mayor parte del ciclo de cultivo. Está íntimamente relacionado con las necesidades de riego y se deben emplear abonos cristalinos caracterizados por su alta solubilidad.  Es importante tener en cuenta los incrementos de conductividad que ocasionan por la sensibilidad especial a la concentración de sales que tiene este cultivo y prestar una atención especial al pH de la solución nutritiva para asegurarnos la mayor eficiencia de la absorción radicular.

ICL utiliza la tecnología PeKacid en muchas de sus formulaciones de fertirrigación solubles. Con esta tecnología se acidifica el entorno del suelo, que incrementa la disponibilidad y la absorción de fósforo y micronutrientes, reduce el pH del agua al aplicarse directamente a aguas duras y previene las obstrucciones en los goteros, ya que neutraliza y disuelve los bicarbonatos.

 

Recomendaciones para aplicaciones foliares

 

Aprovechando los tratamientos fitosanitarios o carencias puntuales que se puedan ocasionar en épocas de máxima demanda, situaciones de estrés o problemas radiculares se deben realizar aplicaciones de abonos foliares que por su diseño mejoren la capacidad de absorción de la hoja, en especial de la molécula de calcio.

El equipo de investigación y desarrollo de ICL ha desarrollado algunas de las soluciones nutricionales por vía foliar más innovadoras y con más éxito del mundo. Estas soluciones de última generación se aplican con efectos tanto curativos como preventivos. ICL utiliza tecnologías patentadas exclusivas como M-77 y FertiVant para aumentar la eficiencia de la aplicación foliar.

Del catálogo de soluciones foliares de ICL para estos cultivos destacamos:

  • Agroleaf Liquid Calcium+: enriquecido con tres aminoácidos que aumentan la captación de Calcio. La glicina y el ácido glutámico son metabolitos fundamentales en el desarrollo del tejido vegetal y síntesis de clorofila, mientras que la L-arginina aumenta la síntesis de hormonas relacionadas con la floración y la fructificación. Los polisacáridos vegetales proporcionan una fuente de alimento inmediatamente disponible, mientras que el surfactante no iónico -con excelentes propiedades de reparto y humectación- mejora aún más la distribución y mojabilidad en la hoja como la velocidad de penetración del calcio.
  • Agroleaf Power Calcium: que fortalece las paredes celulares y contiene grandes cantidades de potasio, que aumenta el tamaño de las frutas. Su magnífica capacidad de absorción por vía foliar prolonga la disponibilidad de los micronutrientes. Además, evita que las frutas revienten y prolonga el periodo apto para el consumo. Se elabora con las materias primas más puras, que se disuelven muy rápido y por completo. En algunos casos, empieza a dar resultado en tan solo 24 horas. Es mejor usarlo durante las etapas de desarrollo de las frutas o las hortalizas. Gracias a la tecnología Double Power Impact (DPI) proporciona un estímulo extra creando reacciones fotosintéticas de alta eficiencia (la fotosíntesis es el proceso por el que las plantas usan la luz como fuente de energía para crear glucosa a partir de dióxido de carbono y agua). Esto se consigue elevando las tasas de transpiración y los niveles de clorofila. Se ha comprobado que el bioestimulante DPI, de origen natural, mejora los niveles de transpiración consiguiendo tasas de asimilación de CO2 más altas.

Además de los nutrientes aportados según nuestro plan de abonado tenemos la oportunidad de mejorar su acción con productos adyuvantes como son los agentes humectantes y acondicionadores de agua.

Los agentes humectantes sirven para hidratar uniformemente los sustratos, incluyendo el suelo, durante el riego. Esto es muy importante cuando el medio es relativamente seco, como suele ocurrir en las nuevas plantaciones, o si el riego no es regular. H2Flo es una mezcla única de surfactantes que reduce la tensión superficial del agua de riego y mejora su circulación vertical y lateral. Especialmente indicado para suelos ligeros o arenosos que contiene la mayor concentración de materias activas (88%) en un producto para conservación del agua. De este modo, permite una mejor gestión y eficiencia en el uso del agua mediante el ahorro en tiempo y energía.

En cuanto a los agentes reguladores del pH, la calidad del agua usada en las pulverizaciones puede tener un impacto significativo en el rendimiento del fitosanitario o fertilizante foliar aplicado. pHixer regula el agua del tanque a un nivel óptimo de pH entre 4-5, contiene acondicionadores ácidos polibásicos y secuestrantes del agua que disuelven los carbonatos presentes en la solución a pulverizar y así reducir la interacción de estos con otros productos, como fitosanitarios con ácidos débiles. pHixer también incluye un indicador que vira a rosa cuando el agua ha alcanzado el rango de pH ideal. y acondicionador especial.

Por último, tanto para elaborar un completo y eficiente plan de abonado en fresa, o en cultivos de frutos rojos que comparten muchos puntos en común, lo mejor es consultar con el equipo técnico de ICL que está especializado en el asesoramiento y seguimiento de estos cultivos.