Ensayos a largo plazo con Polysulphate en olivar convencional y ecológico
ICL puso en marcha en febrero de 2021 dos ensayos a largo plazo, en Baeza (Jaén) y Madrigalejo (Cáceres). En estso esnyaos se evalúa el encaje de Polysulphate dentro de la conversión de olivar convencional a ecológico con tres objetivos: mantener el nivel de producción; pasar de una proporción de 20–80% del aporte de fertilizantes entre sólido–fertirriego, a 80% del aporte en sólido y el 20% con el riego, y, por último, mejorar la fertilidad del suelo.
Se realizó la primera aplicación de Polysulphate junto al resto del abonado de fondo en el ensayo de Baeza, en colaboración con el International Potash Institute y con la coordinación técnica y científica de Juan Vilar y Asociados. Se trata de un olivar convencional, de 40 años, de la variedad ‘Picual’, con un nivel de producción en torno a los 20.000–25.000 kg/hectárea (ha) de oliva, y 6.000 kilos de aceite por ha. En el ensayo, evaluaron el uso de Polysulphate en comparación con cloruro potásico, en diferentes combinaciones con aportes foliares de potasio con Agroleaf, y los tratamientos de control (con cloruro potásico). La evaluación del estado nutricional del cultivo durante este primer año (análisis foliares a finales de julio), muestra valores de potasio adecuados (>0,8%), y ahora la compañía está evaluando los datos de producción.
En marzo de 2021, realizaron la aplicación de Polysulphate en Madrigalejo, con el soporte técnico del CICYTEX. Se trata de un olivo intensivo, en conversión a ecológico, con una plantación de 14 años de ‘Arbequina’ y nivel de producción entre 7.000–8.000 kg de oliva/ha, y 1.200 y 1.500 kg de aceite/ha.
Estos dos ensayos forman parte de estudios que están llevando a cabo durante los próximos dos años, evaluando el impacto ambiental de cada estrategia y la huella de carbono de la producción de 1 litro de aceite con Polysulphate. En este sentido, con Polysulphate tienen un buen punto de partida, ya que la huella de carbono de su producción es de solo 34 g de CO2e por un 1 kg de Polysulphate, que contrasta con huellas de carbono mayores de otros fertilizantes.
ICL ha apuntado que estos ensayos demuestran su apuesta por la innovación continúa en olivar, «un cultivo donde aporta un catálogo de soluciones eficientes y de última generación para mejorar el manejo de la fertilización del olivo». Así, además de Polysulphate, ICL cuenta con fertilizantes de liberación controlada de la gama Agroblen, «especialmente desarrollados para poder incorporarse en el hoyo de plantación, y aportar los nutrientes necesarios para los primeros meses, mejorando el establecimiento de una plantación nueva, a las condiciones de campo, y Agromaster, para un suministro de nutrientes seguro y optimizado durante varios meses». Finalmente, ICL ofrece una gama completa de fertilizantes sólidos y de solubles y líquidos para fertirrigación, para olivar convencial y ecológico.