Cómo gestionar los estanques

Directrices sencillas para gestionar estanques y mejorar su calidad.

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En este artículo: 

  • ¿Por qué los estanques son un elemento valioso?
  • ¿Cómo debo gestionar mi estanque?
  • Problemas comunes que se presentan en los estanques.
  • ¿Cómo puedo eliminar las algas del estanque?
  • ¿Cuándo debo utilizar ProCrystal y cómo lo debo aplicar?
  • Para lograr los mejores resultados…
  • Resumen

 

Los estanques son un elemento importante en las áreas verdes. Una masa de agua se considera un estanque cuando tiene un tamaño comprendido entre 1 m2 y 2 hectáreas y contiene agua dulce durante más de 4 meses al año. Pueden tener un origen natural o ser artificiales, y son elementos relativamente comunes en jardines, parques, campos de golf y las áreas verdes en general. El número de estanques es cada vez menor y se considera que el 80 % de los que quedan se encuentra en malas condiciones. No obstante, le ofrecemos algunas directrices sencillas que le facilitarán la gestión y la mejora de los estanques que tenga a su cuidado.

 

¿Por qué los estanques son un elemento valioso? 

Los estanques forman parte de un amplio abanico de paisajes, desde ciudades y pueblos (en jardines particulares o como elemento de parques o áreas verdes) hasta granjas, humedales, áreas de arbustos y bosques. Se trata de importantes elementos de nuestras áreas verdes y debemos tratar de conservar tantos como sea posible e incluso de ampliar su número donde el espacio lo permita. Si un estanque se mantiene en buenas condiciones, constituye un elemento estéticamente agradable para visitar y disfrutar. A menudo son centros recreativos importantes en la vida de ciudades y pueblos, un lugar donde la gente encuentra tranquilidad simplemente sentándose a pasar el rato, algo difícil de encontrar en la acelerada y tan interconectada sociedad actual.

Y algo quizás más importante, los estanques atraen y dan soporte a la vida silvestre; la presencia de un estanque en una zona aumentará significativamente su biodiversidad. Se estima que por lo menos dos tercios de las especies de agua dulce desarrollan su vida en estanques. Entre ellas se encuentran una amplia variedad de insectos, anfibios (ranas, sapos y salamandras) y peces, además de mamíferos de mayor tamaño, aves y plantas. En algunos casos, se trata de especies amenazadas, que necesitan este hábitat para la reproducción o la mera supervivencia.

 

¿Cómo debo gestionar mi estanque? 

Es difícil ofrecer un asesoramiento específico para la gestión de estanques, puesto que los requisitos variarán en función del tamaño, la profundidad, el paisaje, la vegetación y la vida silvestre. Sin embargo, las tareas de gestión siempre deben ir precedidas de una planificación sencilla: Considerando la función del estanque, ¿para qué quiere que sirva? ¿De qué recursos dispone? Desarrolle una evaluación de riesgos que le ayude a tomar decisiones e infórmese de todas las obligaciones legales. En particular, asegúrese de obtener los permisos requeridos cuando corresponda, para evitar cualquier tipo de daño a especies vulnerables durante los trabajos.

No hay un momento idóneo para llevar a cabo tareas de gestión en un estanque, dado que las diferentes especies se verán afectadas en distintas épocas del año. Considere las siguientes indicaciones como buenas prácticas:

  1. Los trabajos en el agua son más sencillos cuando el nivel está bajo a finales de verano o principios de otoño. En esas épocas, la mayoría de los animales se han reproducido y se han desplazado o muerto, y las plantas han comenzado a morir tras depositar sus semillas.
  2. A final del verano o principio del otoño se dan las mejores condiciones para realizar trabajos de limpieza, pero es preciso tener cuidado para evitar extraer demasiado cieno, dado que puede contener huevos y larvas de insectos.
  3. Retire las hojas caídas del estanque periódicamente, en particular en otoño. Si las hojas permanecen en el estanque, causarán un aumento del contenido de nutrientes, estimulando el crecimiento de algas, especialmente cuando el clima se va haciendo más cálido en primavera.
  4. Si es necesario, pode los árboles circundantes para minimizar la contaminación por caída de hojas. La mejor época para realizar trabajos en los árboles es el invierno (entre noviembre y febrero), para evitar molestias a las aves que hayan anidado.

 

Problemas comunes que se presentan en los estanques 

El principal problema que aparece en los estanques es el desarrollo de algas. Aparte de su aspecto antiestético, la presencia de algas reducirá los niveles de oxígeno en el agua, lo que puede resultar catastrófico para el resto de la vida del estanque, tanto vegetal como animal. La presencia de algas también puede constituir un obstáculo físico para actividades como el riego, los deportes acuáticos y la pesca.

Existen cientos de variedades de algas. Algunas de ellas viven suspendidas en el agua, otras se dispersan por la superficie en forma de largas fibras. Los síntomas principales que se observan cuando las algas afectan a un estanque son: 

  • Una lámina de suciedad verde flotante.
  • Un efecto de «sopa de guisantes», causado por la suspensión de pequeñas algas en el agua.
  • Algas filamentosas: algas muy comunes en los estanques caracterizadas por un denso crecimiento de hebras verdes con el aspecto de pelos que flotan bajo la superficie o sobre ella, o se adhieren a plantas situadas en el perímetro del estanque.

La mayoría de los estanques sufrirán en algún momento problemas con las algas, pero suelen ser más frecuentes cuando están situados en lugares soleados, con poca vegetación que dé sombra a la superficie. El problema también se verá potenciado por la presencia de nutrientes como fosfatos y nitratos en el agua del estanque. Esta situación puede ser la consecuencia del exceso de lodo (materia orgánica) en el fondo del estanque, la caída de vegetación (hojas de árboles), los excrementos de peces o la lixiviación de nutrientes en el estanque por la escorrentía superficial procedente del terreno circundante (especialmente si no se ha aplicado la fertilización correctamente), o a través de la conexión con canales de drenaje.

 

¿Cómo puedo eliminar las algas del estanque? 

La eliminación física de las algas solo es posible en estanques de pequeño tamaño. Puede suponer una gran perturbación para la vida silvestre y no erradicará el problema por completo. Una opción alternativa es el uso de un producto de tratamiento para estanques, como ProCrystal de ICL. ProCrystal se ha diseñado para controlar las algas filamentosas y unicelulares flotantes que se encuentran en estanques o volúmenes cerrados de agua.

ProCrystal contiene una mezcla de bacterias que consume y degrada con rapidez el exceso de nitrógeno (nitrógeno en forma de nitratos y amoniacal) y fosfatos, que sirven de alimento a las algas en el agua del estanque. Las algas mueren rápidamente tras el tratamiento, al verse privadas de los nutrientes esenciales para su desarrollo. Como resultado de ello, se restaura el equilibrio ambiental y la transparencia del agua mejora en el plazo de unos días.

 

¿Cuándo debo utilizar ProCrystal y cómo lo debo aplicar? 

Es preferible aplicar ProCrystal en cuanto las algas empiezan a desarrollarse o cuando las condiciones son adecuadas para su proliferación. Generalmente, esto ocurre desde la primavera hasta el final del verano, e incluso al principio del otoño. ProCrystal se presenta en bolsas que se deben verter distribuyendo el contenido de modo uniforme sobre la superficie del agua. Se puede aplicar desde la orilla o, en caso de que el estanque sea grande, desde una barca. Una vez aplicado, las inocuas bacterias exclusivas de ProCrystal se dispersarán rápidamente por todo el volumen de agua. Se deben realizar aplicaciones repetitivas para mantener la transparencia del agua a lo largo del periodo deseado.

 

Para lograr los mejores resultados 

La existencia de un afluente de nutrientes hacia el estanque impedirá que se reduzcan los niveles de nitratos y fosfatos. Por ello, asegúrese de tomar las medidas adecuadas para minimizar la escorrentía superficial procedente de los terrenos circundantes, dejando una zona tampón de vegetación o césped alto alrededor del estanque y en la parte baja de los terraplenes. Además, verifique la ausencia de drenajes afluentes hacia el estanque que puedan transportar nutrientes en el agua de descarga. Es difícil que los resultados logrados con el uso de ProCrystal sean óptimos si existen drenajes de esa naturaleza.

Siga las instrucciones para la aplicación correcta de ProCrystal. En particular, preste especial atención a la dosis de aplicación recomendada en la etiqueta del producto. La dosis de aplicación varía significativamente dependiendo de la profundidad del estanque y es preciso asegurarse de tener una medición precisa del área del estanque que se somete a tratamiento. Para un estanque de menos de 1 m de profundidad, ProCrystal se debe aplicar inicialmente a una dosis de 300 g por cada 100 m2 de estanque (parece mucho, pero, en realidad, se trata tan solo de 10 m x 10 m), con aplicaciones repetitivas cada 30–60 días en dosis de 120 g. Para estanques más profundos (> 1 m2), la aplicación inicial debe efectuarse a una dosis de 500 g por cada 100 m2 de superficie, con aplicaciones repetitivas posteriores en dosis de 200 g cada 30–60 días.

 

Resumen

En resumen, los estanques son parte integral de nuestros paisajes y constituyen un valioso activo que debemos intentar conservar en beneficio tanto de las comunidades como del medio ambiente. Un mantenimiento adecuado es un aspecto fundamental para conservar los estanques en buenas condiciones, pero es necesario realizar un seguimiento continuo para identificar amenazas con la mayor prontitud. Los problemas provocados por las algas pueden resultar catastróficos para el aspecto, el uso y la vida silvestre de un estanque, y se deben afrontar cuanto antes. ProCrystal es un tratamiento respetuoso con el medio ambiente que se puede administrar con facilidad para resolver el problema de forma rápida y eficiente. Si cuenta con un estanque en un área a su cuidado, asegúrese de otorgarle la máxima importancia en caso de que surjan problemas.